sábado, 14 de julio de 2018

Top 20 NBA (Ala-Pívots): "El Gusano"

Dennis Keith Rodman pasará a la historia como uno de los personajes más polémicos e irreverentes que ha dado el mundo del baloncesto. Pero también por su forma de jugar. Con dos metros escasos de estatura y muchos kilos menos que sus contrincantes en la pintura, se convirtió en uno de los reboteadores más dominantes en la historia de la NBA, así como uno de los mejores defensores de siempre. Rodman fue capaz de sobreponerse a los centímetros de altura de desventaja con sus oponentes, gracias a su rápida reacción para saltar a por el balón, su deseo vehemente por atrapar cada rebote, su intensa ética de trabajo, su gran fuerza física y su atleticismo, además de su conocimiento experto del juego.

Rodman no fue un proyecto real de jugador hasta que creció 28 cm. en un año al final de su adolescencia. Jugó durante tres temporadas con los Savage Storm de la Universidad Estatal del Sur de Oklahoma, perteneciente a la NAIA, en las que fue tres veces All-American y lideró en rebotes la competición. Promedió 25,7 puntos y 15,7 rebotes por partido durante su estancia allí.

Rodman fue elegido por los Detroit Pistons en la segunda ronda del draft de 1986 (número 27), y su intensidad encajó perfectamente en un equipo bien armado en el que sobresalían estrellas como Isiah Thomas, Joe Dumars, Adrian Dantley o Bill Laimbeer. Con ellos salió campeón de la NBA los años 89 y 90, cumpliendo un papel fundamental en el engranaje del equipo, ya de por si famosos por su juego rudo y defensa agresiva. 

En la temporada 1993-94, Rodman se unió a los Spurs, compartiendo vestuario con David Robinson, continuó practicando el juego que más dominaba, y permitió que el pivot del equipo, David Robinson, se concentrara más en anotar puntos. Robinson ganó ese año el título al máximo anotador de la temporada y Rodman obtuvo el título homólogo en rebotes. Fue la primera vez que dos compañeros de equipo compartían dichos honores.

Después de la temporada 1994-95, Rodman fue traspasado a Chicago Bulls, con la intención de que llenara el hueco dejado por Horace Grant. Los Bulls con Rodman, Scottie Pippen y Michael Jordan, que regresaba de su retiro, mejoraron en 25 victorias su marca de la temporada anterior (de 47-35 a 72-10) para imponer un récord de la NBA. Su camino en las finales fue relativamente fácil y consiguieron el título de Campeón de la NBA 1995-96, y juntos Rodman, Jordan y Pippen integraron el equipo defensivo del año (la primera vez que tres jugadores del mismo equipo lo lograban). Rodman lideró la liga en rebotes por quinto año consecutivo, y Jordan ganó el título de anotador, emulando lo que Rodman ya había conseguido con Robinson en los Spurs. Lo repitieron en 1997 y 1998, en el segundo tricampeonato de la década para los Bulls. 

Rodman dejó Chicago después de la temporada 1997-98, cuando los Bulls comenzaron una reconstrucción masiva de su plantilla. Así terminó también su última temporada como gran estrella del baloncesto, ya que después sólo tuvo destellos erráticos con otros equipos de la liga (Lakers y Mavericks).

A pesar de llevar una vida privada un tanto tortuosa, Rodman fue 5 veces campéon de la NBA (1989, 90, 96, 97 y 98), 2 veces mejor defensor de la liga (1990, 1991), 7 veces integrante del mejor equipo defensivo, 7 veces máximo reboteador, 2 veces All Star (1990, 1992) y 2 veces incluido en el tercer mejor equipo de la NBA (1992, 1995).

Es conocido por todos que Dennis Rodman ha sido uno de los mejores reboteadores de la historia. Desde la temporada 1991/2 a la temporada 1997/8 ganó 7 títulos consecutivos al máximo reboteador de la liga, promediando en 5 de ellas más de 16 rebotes por partido.

Sin embargo, Isiah Thomas desvelaba en una entrevista el secreto de la habilidad de Rodman para atrapar rebotes.

Isiah Thomas consideraba que el IQ de Dennis Rodman para el baloncesto era el de un superdotado. Era un genio del baloncesto. Dennis contaba las rotaciones del balón en un lanzamiento a canasta para adivinar hacia que dirección saldría el balón en caso de fallar, en un método científico que cualquier físico firmaría.

Relataba lo siguiente Isiah Thomas:


"Estábamos haciendo una rueda de calentamiento,antes de un partido,unos lanzando,otros haciéndo bandejas y Dennis Rodman estaba mirando .Me acerqué a él y le dije:
-Vamos Dennis, haz unas bandejas tu también.
Y él me contestó:
-Espera, estoy mirando la rotación del balón.
-¿Cómo?
-Si, la rotación del balón. Tú, cuando lanzas el balón da tres vueltas en el aire antes de llegar al aro. Joe (Dumars) tres vueltas y media, a veces cuatro.
Se sabía las rotaciones del balón por cada compañero del equipo, incluso a veces estudiaba a los rivales. Me contaba que si el balón rotaba hacia un lado o hacia otro, sabía hacia donde saldría rebotado, hacia la izquierda o hacia la derecha. Había convertido el arte de rebotear en una ciencia. Jamás escuché hablar así a nadie sobre el rebote de una manera tan empírica y de que forma podía desglosarlo.
Dentro del IQ del baloncesto pondría la inteligencia de Dennis Rodman al nivel de un genio."
(fin de la cita)

Así se entiende la anécdota cuando fichó por los Bulls de Chicago...
En su primer entrenamiento se puso en la canasta donde estaban lanzando Jordan y Pippen, cogiendo rebotes y pasándoles la pelota. Pippen y Jordan insistieron en que lanzara, pero Dennis les dijo que no, que quería ver cómo lanzaban.

Un personaje que nunca dejó de sorprendernos.

martes, 10 de abril de 2018

Top 20 NBA (Ala-Pívots): "El Cartero"

Karl Malone es posiblemente el mejor ala-pívot de todos los tiempos. Construido más como un culturista que como un jugador de baloncesto, su tamaño y fuerza lo hicieron difícil de defender en el poste bajo, pero también era letal en el contraataque y tenía un tiro mortal a media distancia. Su facilidad para dejar el balón en la canasta le otorgó el apodo de "El Cartero". El dos veces MVP terminó su carrera con 36.928 puntos, segundo tras Kareem Abdul-Jabbar.
 
También intentó más tiros libres y atrapó más rebotes defensivos que cualquier otro jugador en la historia de la NBA. Fue seleccionado para el Equipo de todos los tiempos en el 50º Aniversario de la liga y ganó dos medallas de oro olímpicas.
 
Malone también estará vinculado para siempre con su compañero de equipo en Utah, John Stockton. Los dos formaron la combinación de ataque más consistente en la historia de la NBA. Cuantos de los tiros de campo de Malone llegaron después de un pase de Stockton nunca se podrán calcular, pero seguramente la gran mayoría.
 
Stockton fue seleccionado por los Jazz en 1984 y al año siguiente el equipo seleccionó a Malone. Los dos jugaron juntos durante los siguientes 18 años y nunca faltaron a la postemporada. Ambos estaban tan entrelazados con su infame (para los defensores) pick-and-roll, que era casi imposible de detener. La frase "Stockton a Malone" se convirtió en una máxima de la NBA.
 
"Son maestros en meterse en las cabezas de las personas", dijo el legendario entrenador de la NBA, Pat Riley. "Están muy bien entrenados en el juego físico. Son muy físicos en ambos extremos de la cancha y tienen la experiencia de poder jugar técnica y tácticamente".
 
Malone tampoco rehuía decir lo que pensaba, o comportarse de acuerdo con lo que otros pensaban de él. Eso le valió el respeto a regañadientes entre sus compañeros.
 
"Era extremadamente físico, y en ocasiones estaba al límite de la violencia", recordó Doc Rivers, un contemporáneo de Malone, en su papel de analista. "Pero eso no me molestó porque estaba tratando de ganar. Cuando un tipo arroja un codo extra o intenta derribarte, siempre he visto eso como parte del juego, especialmente si lo dejas que se salga con la suya".
"Pero durante el último año, especialmente este año haciendo TV, le tengo incluso más respeto. Las cosas que no sabías sobre él, las empiezas a conocer. Lo que más destaco es la profesionalidad, estar cerca de él y hablar con él, entiendo por qué ha jugado tanto tiempo y también entiendo por qué ha jugado tan bien durante su carrera".
 
Si los cazatalentos profesionales hubieran predicho correctamente el impacto que Malone tendría en la NBA, habría sido elegido mucho más arriba que el 13º en el Draft de la NBA de 1985.  

Como novato, Malone promedió 14.9 puntos y 8.9 rebotes por partido. Terminó tercero en la votación para los honores como Novato del Año y fue nombrado para el Equipo All-Rookie de la NBA.
 
Tal vez al darse cuenta del potencial de Malone, los Jazz, antes de su segunda temporada, canjearon a Adrian Dantley, el líder anotador del club en cada una de las siete temporadas anteriores, a Detroit, a cambio de Kelly Tripucka y Kent Benson. Asumiendo más responsabilidades de puntuación, el juego de Malone mejoró exponencialmente ya que sus números subieron a 21.7 puntos por partido y su porcentaje de tiros aumentó de 48,1% a 59,8%.
 
Sin embargo, a partir de 1987-88, Malone comenzó una serie de temporadas prácticamente inigualables por los ala-pivots en los anales de la NBA. Se hizo un hueco en el segundo equipo All-NBA con 27.7 puntos por partido y un récord personal de 12.0 rpp ese año. Utah también registró un récord de 47-35, el mejor en la historia de la franquicia hasta la fecha.
 
En las siguientes 11 temporadas, su promedio de anotación nunca bajó de 25.2 puntos por partido y recogió no menos 9.8 rpp. En 1988, también comenzó una serie de 11 selecciones consecutivas del Equipo All-Star y en 1989 comenzó una racha de 11 puestos consecutivos en el Primer Equipo All-NBA.
 
Malone fue el Jugador Más Valioso del All-Star Game 1989 y co-MVP con Stockton (primera vez en la historia de la NBA que dos compañeros compartieron el All-Star MVP Award) del Juego de las Estrellas jugado en Salt Lake City en 1993. En 1992, fue miembro del US Dream Team, que ganó una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona. Cuatro años después, repitió título en los Juegos Olímpicos de Atlanta.

A pesar de toda la producción ofensiva y los honores hasta ese punto en su carrera, Malone fue criticado por su fracaso en llevar a Utah a un campeonato. El equipo siempre ganó en la temporada regular, pero siempre se quedó corto en los playoffs.
 
No fue hasta que los Jazz llegaron a su primera final de la NBA en 1997, que muchos de sus críticos se callaron. Utah ganó la Conferencia Oeste después de derrotar a los Houston Rockets, liderados por Hakeem Olajuwon, Charles Barkley y Clyde Drexler en seis juegos. La victoria final de la serie se produjo después de que Stockton hiciera una canasta de tres puntos en el último segundo para deshacer un marcador de empate a 100.

Los Jazz, sin embargo, seguiría perdiendo en las finales ante los Chicago Bulls liderados por Michael Jordan en seis juegos y sufriría el mismo resultado en una revancha el siguiente año. Malone continuaría presentando números prodigiosos para los Jazz en sus últimos cinco años con el equipo, pero el equipo nunca más alcanzó las Finales.
 
Aunque Malone nunca ganó un campeonato, jugó en los playoffs cada temporada y su producción de postemporada fue igual a sus fenomenales estadísticas de temporada regular. Sus promedios de temporada regular ascendieron durante su carrera a 25.0 ppp y 10.1 rpp, mientras que sus promedios de playoffs fueron de 24.7 y 10.7 rpp.

En la temporada 88-89, Fue nombrado para el Primer Equipo All-NBA por primera vez en su carrera y terminó tercero en la votación para el Premio al Jugador Más Valioso de la liga. Sin embargo, a pesar del excelente juego individual, Malone promedió 30.7 puntos por partido y 16.3 rebotes por partido, los Jazz fueron barridos en la primera ronda por Golden State Warriors.
 
En 1989-90, Malone fue nombrado nuevamente para el Primer Equipo All-NBA después de promediar 31.0 puntos y 11.1 rebotes por partido. Terminó segundo, detrás de Michael Jordan (33.6 puntos por partido), en anotación y cuarto en rebotes. Pero cuando la postemporada llegó a Utah no pudo sacudirse la mala suerte de la primera ronda, perdiendo ante los Phoenix Suns en cinco juegos.
 
Fue extraño que en los siguientes tres años pares de la década, los Jazz perdieran en las finales de conferencia. En las Finales de la Conferencia Oeste de 1992 ante los Trail Blazers. En 1994, ante los Houston Rockets. Y finalmente en 1996, contra los Seattle Supersonics.
 
Entre las derrotas en las Finales de Conferencia de 1994 y 1996, Utah hizo una excelente temporada regular 1994-95, ganando 60 juegos por primera vez. Malone anotó 26.7 puntos por partido y atrapó 10.6 rebotes, pero la postemporada terminó demasiado rápido para los Jazz, que perdieron ante los, a la postre campeones, Houston Rockets en la primera ronda de los playoffs.

En 1996-97, Malone se convirtió en el quinto jugador en la historia de la NBA en superar los 25,000 puntos y 10,000 rebotes. Liderado por Malone, quien obtendría su primer premio de MVP y equipo All-NBA Defensive (el primero de tres), Utah silenciosamente destruyó a casi todos los equipos en su camino, ganando el mejor récord en la historia de la franquicia (64-18), un viaje a las Finales de la NBA y una saludable dosis de atención nacional y respeto que había eludido al equipo en temporadas anteriores.

Utah continuó su éxito local ante los Chicago Bulls en las Finales, empatando la serie 2-2 luego de caer los primeros dos partidos en Chicago. El Juego 5 sería la única derrota en casa de Utah en los playoffs, y fue por cortesía de otra noche especial de Michael Jordan. Jugando a pesar de tener un virus estomacal, Jordan anotó 38 puntos, incluido el triple de la victoria de Chicago por 90-88.
Malone fue el anotador líder de su equipo en cada juego de las Finales y terminó con un promedio de 23.8 ppp en una serie orientada a la defensiva que solo vio a un equipo pasar de los 100 puntos (Utah en el Juego 4). Malone aportó 21 puntos en el Juego 6, pero perdió el partido 90-86, y la serie 4-2.
 
En 1997-98, al igual que en la temporada anterior, los Bulls y los Jazz se encontraron de nuevo en The Finals. Utah ganó el Juego 1 con una victoria en tiempo extra 88-85, pero los Bulls nuevamente derrotaron al Jazz en seis juegos. Malone culminó un partido de 39 puntos en la victoria 83-81 del Juego 5 en Chicago, que obligó a la serie a regresar a Utah.
 
Desafortunadamente para los fanáticos de los Jazz, en el Juego 6, Jordan fue imparable en el tramo final. Logró quitarle la pelota a Malone y luego hizo un jumper para sellar la victoria 87-86 y el sexto título de los Bulls en ocho años.
 
En 1998-99, la NBA acortó su calendario a 50 juegos debido a problemas laborales. Utah tuvo una marca de 37-13, el mejor en la NBA junto con los eventuales campeones, los Spurs. Pero el equipo perdió en seis juegos ante Portland en las semifinales de la conferencia.
 
Aunque la producción de Malone aparentemente bajó a 23.8 ppp y 9.4 rpp, obtuvo su segundo MVP, en ese momento uno de los únicos nueve jugadores en la historia de la NBA en ganar el premio más de una vez.

Malone pasaría cuatro años más con el uniforme de los Jazz y agregaría su nombre a los libros de récords del equipo. Terminó su carrera como el líder de la franquicia en puntos, rebotes, juegos iniciados, minutos jugados, tiros libres realizados e intentados. Además, terminó segundo en asistencias, robos y tiros bloqueados.
 
Después de que Stockton se retirase en la campaña 2002-03, firmó como agente libre con Los Angeles Lakers. Se unió al agente libre Gary Payton y al dinámico dúo formado por Shaquille O'Neal y Kobe Bryant, para formar un equipo con cuatro futuros miembros del Salón de la Fama, en un esfuerzo por capturar ese elusivo campeonato.
 
Sin embargo, en 2003-04, por primera vez en su carrera, Malone pasó un tiempo significativo fuera de la cancha. Debido a una lesión en la rodilla y una cirugía posterior se perdió 40 juegos, pero regresó cerca de la postemporada para luego volver a lesionarse la rodilla en las Finales de 2004 contra los Detroit Pistons. Malone no pudo jugar en el Juego 5 y los Lakers perdieron el juego y la serie. 
Irónicamente, su hija Cheryl Ford, que ingresó a la WNBA en 2003, ganó un título ese mismo año con el Detroit Shock.
 
Malone durante la temporada regular anotó apenas 13.2 puntos por partido, la primera vez desde su temporada de novato que no anotó más de 20 puntos por partido. Eso si, se las arregló para seguir reboteando (8,7 rpp).
 
Malone decidió terminar su carrera, a los 41 años, después de una temporada con el uniforme de los Lakers. Celebró su jubilación en Salt Lake City, y declaró: "Aunque me fui por un año, crecí aquí como músico de jazz ... Si tengo la suerte de ingresar al Salón de la Fama, iré como un hombre de Jazz".
Malone fue inmortalizado en el Naismith Memorial Basketball Hall of Fame en 2010, un año después de que sus compañeros Jazzmen Sloan y Stockton recibieron su honor.
 
"A pesar de que nunca ganó un campeonato, tuvo una carrera sobresaliente", dijo Jerry Sloan, entrenador de Malone durante 15 de sus temporadas en Utah. "Jugó muchas veces cuando no debería haberlo hecho. Hizo lo que pudo para tratar de ganar, y creo que ese tipo de cosas se pasan por alto estos días en el baloncesto".






domingo, 7 de enero de 2018

Top 20 NBA (Ala-Pívots): "Sir Charles"

Como jugador, Charles Barkley fue quizás la mayor anomalía en la historia del baloncesto. Listado en 1,98, pero realmente más cerca del 1,95, jugó de ala pívot y se convirtió en uno de los mejores de la historia.
 
Los números lo respaldan. Junto con Kareem Abdul-Jabbar, Wilt Chamberlain y Karl Malone, Barkley es uno de los únicos cuatro jugadores en la historia de la NBA que compiló al menos 20,000 puntos, 10,000 rebotes y 4,000 asistencias.
 
Algunos nunca pensaron que llegaría tan lejos. Aunque Barkley aportó vitalidad, actitud y una gran cantidad de habilidades al baloncesto profesional, fue visto como una rareza al salir de la universidad. Apodado el "Round Mound of Rebound", muchos consideraron a Barkley un ala-pívot bajito, cuya capacidad reboteadora era su única habilidad baloncestística discernible.

Sin inmutarse, Barkley rápidamente enterró esa reputación cuando comenzó a jugar para los Philadelphia 76ers. No era raro ver al neófito Barkley agarrar un rebote entre una multitud, retumbar en la cancha con el balón y terminar con un mate monstruoso. En ataque sus recursos eran infinitos, tanto en la pintura como en el perímetro. Y en el lado defensivo, siempre estaba dispuesto para robar o bloquear el tiro del adversario.
 
Su juego inspirador exigió respeto total y le valió un nuevo apodo: "Sir Charles".
"Barkley es como Magic [Johnson] y Larry [Bird] en que no juegan realmente en una posición concreta", dijo Bill Walton en un número de la revista SLAM que clasificaba a los grandes de la NBA. "Juega de todo, juega al baloncesto. No hay nadie que haga lo que hace Barkley. Es un reboteador dominante, un defensor dominante, un tirador de tres puntos fiable, un driblador, un creador de juego".
 
¿Quién hubiera pensado que un chico gordito de Auburn podría lograr tanto?.
En su carrera universitaria de tres años, Barkley promedió 14.1 puntos por juego, algo no tan espectacular. Sin embargo, también promedió 9.6 rebotes y, por lo tanto, era conocido por su peso y su hambre de carambolas. Fue el Jugador del Año de la Conferencia del Sudeste en 1984, pero no formó parte del equipo olímpico de baloncesto de los EEUU ese verano.
 
Ingresó al Draft de 1984 de la NBA como junior y fue elegido por los 76ers con la quinta selección global. Barkley se unió a un equipo veterano cargado de estrellas como Julius Erving, Moses Malone y Maurice Cheeks, jugadores que llevaron a Filadelfia al campeonato de la NBA en 1983. Sin inmutarse, Barkley promedió 14.0 puntos y 8.6 rebotes por partido y se ganó un puesto en el equipo de novatos de la NBA. Además, fue el único jugador de su equipo que apareció en los 95 partidos de la temporada, playoffs incluidos.

Barkley pasó ocho temporadas en Filadelfia, pero la mejor actuación del equipo durante su mandato fue en su primer año, cuando los Sixers tuvieron una marca de 58-24 en la temporada regular y avanzaron hasta las finales de la Conferencia Este de 1985, donde perdieron contra Boston en cinco juegos. 
  
Después de varias derrotas decepcionantes en los playoffs iniciales, los Sixers no pudieron llegar a la postemporada en 1991-92 y Barkley quiso salir de la Ciudad del Amor Fraterno.
 
El tiempo de Barkley en Filadelfia trajo titulares y dolores de cabeza. Los altercados fueron muchos, como el incidente infame durante un juego contra los New Jersey Nets, cuando Barkley, con la intención de escupir a un aficionado, accidentalmente golpeó a una niña en su lugar. Presagiando su habilidad para convertir lo negativo en positivo, Barkley siguió desarrollando una amistad con la niña y su familia.
 
Aunque conocido como un tipo duro, Barkley tenía un lado más suave, como lo demuestra el momento en que le ofreció alojamiento y comida a Scott Brooks, un joven novato que acababa de formar parte del equipo.
 
Aún así, Barkley nunca tuvo miedo de decirle al mundo cómo lo veía. "No soy un modelo a seguir, pero no creo controversias. Están ahí mucho antes de que abra la boca. Solo les llamo la atención", dijo una vez. No obstante, la titularidad de los Sixers decidió que ya habían tenido suficiente y se acomodaron al deseo de Barkley de un intercambio, enviándolo a Phoenix a cambio de Jeff Hornacek, Tim Perry y Andrew Lang.

"El Gordo" Barkley terminó su carrera en los 76ers en el cuarto lugar en la historia del equipo en puntos totales (14.184), tercero en promedio de anotación (23.3 ppp), tercero en rebotes totales (7.079) con un promedio de 11,6 rpp, octavo en asistencias (2.276), 3,7 app, y segundo en porcentaje de tiros de campo (.576 ). Dirigió al club en rebotes y tiros de campo durante siete temporadas consecutivas y lideró a Filadelfia en anotación durante seis años consecutivos.

El verano de 1992 fue memorable para Barkley. Antes de su aterrizaje en Phoenix, formó parte del mítico Dream Team que disputó los JJOO de Barcelona, donde fue el máximo anotador del equipo con 18.0 puntos por partido.
 
Al igual que el pájaro mítico por el cual se nombra a la ciudad, Barkley encontró una nueva vida en Phoenix. En su primera temporada con los Suns, ganó el MVP de la NBA tras promediar 25.6 puntos y 12.2 rebotes, mientras lideraba a Phoenix al mejor récord de la liga con 62-20 y un puesto en las Finales de la NBA de 1993, donde los Suns perdieron contra Michael Jordan y los Chicago Bulls en seis memorables partidos. A pesar de que Barkley estuvo brillante, promediando 26.6 puntos y 13.6 rebotes en 42.8 minutos por partido en la postemporada, incluyendo un fascinante encuentro de 44 puntos y 24 rebotes en el Juego 7 de las Finales de la Conferencia Oeste contra los Seattle SuperSonics.
 
Aunque en las siguientes dos temporadas Barkley luchó con lesiones persistentes, mantuvo un alto nivel de juego. Los Suns llegaron a las semifinales de la conferencia en 1994 y 1995, pero perdieron contra los Houston Rockets, los eventuales campeones de la NBA. Y después de cuatro temporadas en el Valle del Sol, el tiempo que Barkley se había establecido en Phoenix se acabó y fue cambiado a los Rockets.

Sus promedios en Phoenix ascendieron a 23,4 puntos, 11,5 rebotes y 4,4 asistencias por partido en las cuatro temporadas que disputó allí.

Rindiendo homenaje a esa máxima, "Si no puedes vencerlos, únete a ellos", Barkley se rejuveneció nuevamente cuando se unió a los Rockets. En su primera temporada, fue el segundo anotador del equipo detrás de Olajuwon, con 19.2 puntos por partido y un resurgimiento de 13.5 rebotes, el segundo mejor de su carrera. Las lesiones lo limitaron a solo 53 juegos, pero el equipo tuvo un récord de 57-25 y llegó a las Finales de la Conferencia Oeste antes de caer ante Utah Jazz en seis encuentros. 

Pero la oportunidad de agarrar ese escurridizo anillo de campeón nunca se materializó con las superestrellas envejecidas Hakeem Olajuwon y Clyde Drexler. Después de anunciar que su cuarta temporada en Houston sería su última en la NBA, su tiempo en el parquet terminó antes de lo esperado... y sin un anillo.

El 8 de diciembre de 1999, sufrió la ruptura del tendón del cuádriceps en la rodilla izquierda, lo que lo marginó hasta el último juego de la temporada. Irónicamente, esta lesión ocurrió contra su ex equipo, los 76ers, en Filadelfia, la ciudad donde años antes había ingresado en la conciencia colectiva de los fanáticos de la NBA.

Sus promedios en las cuatro temporadas que pasó en Houston fueron de 16,5 puntos, 12,2 rebotes y 3,9 asistencias por encuentro. 

En total, Charles Barkley promedió 22,1 puntos, 11,7 rebotes y 3,9 asistencias en sus 16 temporadas como profesional. Fue 11 veces All Star, siendo MVP en 1991, cuando lideró al Este a una victoria de 116-114 sobre el Oeste. Anotó 17 puntos y atrapó 22 rebotes, la mayor cantidad de rebotes en un Juego de las Estrellas desde los 22 de Wilt Chamberlain en 1967. Fue MVP de la NBA en 1993, seleccionado en el mejor quinteto de la NBA en cinco ocasiones, otras cinco veces en el segundo y una vez en el tercero, líder de la liga en rebotes en 1987, miembro del equipo ideal de rookies en 1985 y medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 1992 y 1996.
  
Desde el final de su carrera como jugador, Barkley se ha convertido quizás en la estrella más grande fuera del campo de baloncesto, encabezando la galardonada cobertura de "Inside the NBA" de TNT y proporcionando una fuente constante de entretenimiento para los fanáticos del baloncesto de todo el mundo.

 







Top 20 NBA (Bases): "Stock"

John Stockton estaba considerado el prototipo perfecto de base, era rápido, infatigable y con una visión de juego increíble. Como asistente...