Maurice Cheeks nació en Chicago y asistió a la universidad de West Texas State, en la que promedió 16,8 puntos por partido y un 57% en tiros de campo. Es el tercer máximo anotador en la historia de la universidad.
Cheeks fue seleccionado en el puesto 36 del draft de 1978 por Philadelphia 76ers, y tuvo un protagonismo temprano, ya que se consolidó como base titular desde el principio. Los Sixers estuvieron en playoffs cada año que él estuvo en el equipo, exceptuando la temporada 87-88. Disputó las finales de 1980 y 1982, ambas saldadas con derrota contra los Angeles Lakers. Pero en su quinto año en la liga, temporada 82-83, Cheeks promedió 12,5 puntos, 6,9 asistencias y 2,3 robos de balón por partido y fue seleccionado para su primer All Star. Ese mismo año, los 76ers hicieron la segunda mejor temporada de su historia, obteniendo 65 victorias en temporada regular y ganando el título posteriormente, al barrer a los Lakers (4-0) en la final. Cheeks sería una pieza esencial de los Sixers el resto de su tiempo en Philadelphia, sin embargo, nunca más lograron alcanzar el nivel mostrado esa temporada.
Mo sería seleccionado para tres All Star más (86, 87 y 88). En los playoffs de 1986, promedió 20,8 puntos por partido, lo que sería su récord. Sin embargo, los 76ers dejaron de ser aspirantes al título. El traspaso de Moses Malone primero y la retirada de Julius Erving al año siguiente, complicaron la situación del equipo.
Cheeks jugó con los Sixers hasta 1989, año en el que fue traspasado a San Antonio. A pesar de su buen hacer con los Spurs, no acabó la temporada allí y en febrero de 1990 fue transferido a New York. Atlanta Hawks en la 91-92 y New Jersey Nets en la 92-93, fueron sus últimas paradas antes de colgar las botas.
Cheeks siempre estuvo bien considerado en la liga por su juego en equipo y sus habilidades defensivas. Fue nombrado cuatro años consecutivos (del 83 al 86) para el mejor equipo defensivo del campeonato, y una vez para el segundo (1987).
En 15 temporadas promedió 11,1 puntos, 6,7 asistencias, 2,1 robos y más de un 50% en tiros de campo.
Para su ex compañero Bobby Jones: «Su consistencia... su habilidad para poner el balón en manos de las personas adecuadas... jugó una gran defensa y cuando lo necesitabas para anotar, lo haría. Era un jugador muy consistente. Siempre estuvo ahí».
Mi primer contacto con el baloncesto de la NBA coincidieron con el título de los Sixers en el 83. El equipo de Erving, Malone, Toney y por supuesto Maurice Cheeks. El era un base puro, como eran entonces los bases. Eremin, Marzoratti o Aroesti eran buenos ejemplos de ello en Europa. El jugador que todo entrenador quiere en su equipo como prolongación suya en la cancha.
ResponderEliminarEs uno de esos jugadores con poca prensa, pero esencial en el éxito de su equipo. Cheeks era todo pundonor, un tipo muy competitivo que ponía mucha intensidad en la cancha y que hacía mejores a sus compañeros.
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