viernes, 25 de agosto de 2017

Top 20 NBA (Ala-Pívots): "El Gran E"

Uno de los más talentosos jugadores que ha pisado cancha alguna. Elvin Hayes utilizó su infinidad de recursos y defensa agresiva para ganar un lugar seguro en los libros de registro de la NBA. Quinto en la lista de todos los tiempos en partidos jugados (1.303) y tercero en minutos jugados (50.000), se perdió sólo nueve encuentros en sus 16 años en la liga.

All-Star por cada una de sus primeras 12 temporadas, anotó 27.313 puntos (21 de promedio). También ocupa el cuarto lugar en la lista de reboteadores de todos los tiempos con 16.279 (12,5 por partido).

Hayes fue inmensamente popular entre los aficionados, que apreciaron su estilo de juego dominante, así como su persona fuera de la cancha. Pero era menos entrañable para los entrenadores y compañeros de equipo. Los críticos sentían que tenía un problema de actitud que a veces cortocircuitó a los equipos para los que jugó y le dio una personalidad de Jekyll-y-Hyde.

"Para algunos jugadores y entrenadores, estar cerca de Elvin todos los días es como una tortura china", dijo John Lally, entrenador de los Washington Bullets cuando Hayes estaba con el equipo. "Es sólo una gota a la vez, nada grande, pero al final, te ha vuelto loco".

"Soy muy honesto acerca de mí mismo", dijo Hayes, "y esa es la razón por la que me meto en problemas. Digo lo que siento. Las otras personas son más diplomáticas, pero si yo hago eso, no siento que soy un hombre. Mi padre siempre me enseñó a ser fuerte y a tener dignidad, a no tener que inclinarme o sentirme atropellado".

Las raíces de lo que algunos llamarían su personalidad abrasiva, así como su estilo de juego agresivo, se remontan a su infancia en Rayville, Louisiana. En medio de una ciudad en la que el prejuicio racial era "espeso como el algodón en un campo" y los abusos contra los afroamericanos eran desenfrenados, el padre de Hayes le enseñó el valor del orgullo y la necesidad de exigir respeto.

Hayes llegó al baloncesto por accidente. En octavo grado fue culpado erróneamente por gastar una broma en clase y fue enviado a la oficina del director. Pero otro maestro, el Reverendo Calvin, vio a Hayes y le dijo que sería bienvenido en su clase. Calvin pensó que él se beneficiaría jugando al baloncesto y lo puso en el equipo de la escuela.

En el último año de Hayes, 1963-64, llevó a Britton al campeonato estatal, promediando 35 puntos durante la temporada regular. En el partido por el campeonato, él hizo 45 puntos y 20 rebotes.

Hayes vio el baloncesto como una vía de escape para salir de la pobreza de Rayville, por lo que aceptó la invitación de la Universidad de Houston para convertirse en uno de los primeros atletas afroamericanos de la escuela (el otro fue Don Chaney). Dijo que sus entrenadores eran los primeros blancos que había conocido que lo trataban con respeto. "Me ayudaron a superar 18 años de odio", dijo.

Hayes ayudó a crear un equipo potente en Houston. En 1967, dirigió a los Cougars a la Final Four de la NCAA de 1967. Anotaría 25 puntos y 24 rebotes en la derrota de semifinales ante el eventual campeón UCLA Bruins con Lew Alcindor (ahora conocido como Kareem Abdul-Jabbar) en sus filas.

El 20 de enero de 1968, Big E y los Houston Cougars se enfrentaron a Alcindor y los Bruins de UCLA en el primer partido de baloncesto universitario de la temporada regular televisado nacionalmente. Fue un juego que se elevó a la prominencia nacional delante de un récord de 52.693 aficionados en el Houston Astrodome. Hayes anotó 39 puntos y cogió 15 rebotes, mientras que limitó a Alcindor a sólo 15 puntos. Houston venció a UCLA 71-69 para acabar con la racha ganadora de 47 triunfos consecutivos de los Bruins, en lo que se ha llamado el "Partido del Siglo". Esa temporada Hayes promedió 36.8 puntos, y fue nombrado Jugador Universitario del Año por The Sporting News. Aunque en la Final Four de ese mismo año, cayeron en semifinales ante UCLA, en lo que sería la revancha de ese famoso partido.

Elvin Hayes terminó su carrera universitaria promediando 31.0 puntos y 17.2 rebotes por partido, y fue seleccionado como nº1, tanto en el draft de la ABA (Houston Mavericks), como en el de la NBA (San Diego Rockets).

Hayes se unió a la NBA con los Rockets de San Diego en 1968 y pasó a liderar a la NBA en puntuación con 28.4 puntos por partido, además promedió 17.1 rebotes por partido y fue nombrado para el equipo All-Rookie de la NBA. El promedio de puntuación de Hayes es el quinto mejor de todos los tiempos para un novato, y sigue siendo el último rookie en liderar la liga en anotación. Paradójicamente, el premio de Rookie del Año se lo llevó su futuro compañero Wes Unseld.

En su segunda temporada, encabezó a la NBA en rebotes, convirtiéndose en el primer jugador que no era Bill Russell o Wilt Chamberlain en liderar la categoría desde 1957.

Antes de la temporada 1971-72, la franquicia se trasladó a Houston, donde los aficionados adoraban todavía a Hayes desde sus días de universidad, pero justo un año después fue traspasado a los Baltimore Bullets. Se unió así al Hall-Of-Famer Wes Unseld para formar una feroz y dominante combinación de frontcourt. Los 18,1 rebotes por partido que Hayes promedió en 1974 es el tercer promedio de rebotes más alto de cualquier jugador de la NBA desde que Wilt Chamberlain se retiró en 1973.

En la temporada 1974-75, un poderoso equipo de los Bullets, empató con los Celtics de Boston para el mejor récord en la NBA en 60-22. Hayes, que hizo su séptima aparición de All-Star, promedió 23.0 ppp y obtuvo su primera selección en el primer equipo de All-NBA. Muchos esperaban que Washington luchara por el título, y parecían dirigirse en esa dirección cuando pasaron por encima de los Buffalo Braves y los Boston Celtics para llegar a las finales de la NBA de 1975 contra los Golden State Warriors. Pero un escuadrón de guerreros, bajo el liderazgo de Rick Barry, sorprendió a los Bullets al ganar la serie en cuatro partidos. Hayes, sin embargo, jugó bien en la postemporada, promediando 25.5 ppp.

Durante las siguientes dos temporadas, los Bullets registraron fuertes récords de temporada regular, pero no lograron avanzar más allá de las semifinales de la conferencia. Aunque Hayes se convirtió en All-Star dos campañas más. En 1975-76, promedió 19.8 ppp y 11.0 rpp. En 1976-77, contribuyó con 23.7 ppp y 12.5 rpp, lideró la liga en minutos jugados y obtuvo su segunda selección para el primer equipo de All-NBA.

Las cosas tomaron un giro sorprendente en la temporada 1977-78. Los Bullets registraron un modesto récord de 44-38 ese año, pero se incendiaron en los playoffs, eliminando a los Hawks de Atlanta, los Spurs de San Antonio y los Philadelphia 76ers en el camino a las Finales de la NBA contra otro equipo desconocido, los Seattle SuperSonics.

Seattle y Washington intercambiaron victorias durante los primeros seis partidos, enfrentándose en Seattle por el séptimo. Fue la tercera vez en las 12 finales de la NBA que habían ido a siete partidos, en la que el equipo visitante sacó una victoria a domicilio, ya que los Bullets ganaron el título con un triunfo por 105-99. Durante la postemporada, Hayes promedió 21.8 puntos y 12,1 rebotes por partido. "Nadie puede volver a decir que E no es un campeón", dijo.
 
En 1978-79, promedió 21.8 ppp y 12.1 rpp y llevó a las Balas de nuevo a las Finales, donde perdieron una revancha con Seattle por 4 a 1.

En 1979-80, Hayes anotó 23.0 ppp y cogió 11,1 rpp, pero los Bullets terminaron terceros en su división y fueron eliminados en la primera ronda de los playoffs. Y en 1980-81, con Unseld y Hayes terminando su carrera, las balas perdieron los playoffs por completo. En lo que sería su última temporada en Washington, Hayes lideró a los Bullets en anotación (17.8 ppp) y rebotes (9.7 rpp). 

Con el deseo de terminar su carrera de jugador en Texas, y preferiblemente en Houston, Hayes fue enviado de vuelta a los Rockets antes de iniciarse el curso 1981-82, siendo, con 36 años, el jugador más viejo de la NBA en ese momento. Lo que no le impidió jugar todos los partidos y promediar 16,1 puntos y 9,1 rebotes, acompañando a Moses Malone.

Elvin Hayes cerró su carrera deportiva dos años después, cuando su papel pasó a ser el de dar descanso a la estrella en ciernes, Ralph Sampson. 

 
 

lunes, 21 de agosto de 2017

Top 20 NBA (Ala-Pívots): "The Hawk"

La carrera de Connie Hawkins tiene tanta mística como la de cualquier otro Salón de la Fama de la NBA. Un hombre de notable talento que jugó gran parte de su carrera en las sombras. No presentó números legendarios durante sus siete años en la NBA; "sólo" 16,5 puntos, 8,0 rebotes y 4,1 asistencias por partido. Sin embargo, Hawkins fue votado para el Hall of Fame en 1992, reconociendo así que le habían negado injustamente la oportunidad de mostrar su talento en sus años más productivos, y que a la mayoría de los aficionados al baloncesto también se les había negado la oportunidad de ver lo mejor que este innovador tenía que ofrecer.

La mayor parte de lo que Connie Hawkins hizo nunca fue capturado en película. Él era una leyenda del playground de Nueva York, que fue exiliado por años de las exposiciones de los mejores equipos en las mejores arenas. Cuentos de sus mejores momentos circularon de boca en boca, y nunca perdió su dominio sobre la imaginación de aquellos aficionados que pudieron verlo en su apogeo.

Elogiado por sus contemporáneos como el alero más talentoso de su época, Hawkins es considerado un precursor del juego espectacular que más tarde desarrollasen Julius Erving o Michael Jordan.

En 1960 ganó la liga atlética de las escuelas públicas de Nueva York, para posteriormente firmar con la Universidad de Iowa. Fue durante su primer año en Iowa cuando estalló un escándalo de apuestas y juegos de azar durante su etapa de instituto en New York. Hawkins no fue arrestado, acusado o implicado, pero su nombre salió en la investigación y, a pesar de que todos los imputados lo excluyeron de dicha trama, su nombre ya estaba contaminado. Eso provocó que la universidad de Iowa lo apartase del equipo, y la NBA le prohibiese participar en su liga, sin dejar ni siquiera que se defendiese. Así que Hawkins se convirtió en un nómada. Viajó por todo el mundo con los Harlem Globetrotters y jugó en ligas incipientes (a los 19 años jugó una temporada para los Pittsburgh Rens, de la American Basketball League, y fue nombrado el jugador más valioso de la liga), mientras esperaba que finalmente pudiera volar con los grandes pájaros.

Durante el tiempo que Hawkins viajaba con los Globetrotters, presentó una demanda de 6 millones de dólares contra la NBA, alegando que la liga le había prohibido injustamente participar y que no había pruebas sustanciales que lo vincularan a actividades de juego. Los abogados de Hawkins sugirieron que él participara en la nueva Asociación Americana de Baloncesto (ABA) como una forma de demostrar que tenía talento suficiente para participar en la NBA.

Hawkins se unió a los Pittsburgh Pipers en la temporada 1967-68, la primera de la ABA, llevando al equipo a un récord de 54-24 en temporada regular y al campeonato ABA de 1968. Hawkins lideró a la ABA en anotación ese año (26,8 ppp y 13,5 rpp) y ganó los premios MVP de la temporada regular y del playoff.

Tras dos temporadas en la ABA, en 1969 ocurrieron un par de acontecimientos significativos. Un artículo de la revista Life, sugirió fuertemente que Hawkins era inocente de cualquier falta en el escándalo de los juegos de azar de casi una década antes. El artículo pintó a Hawkins como un adolescente aterrorizado que había estado intentando apaciguar a sus interlocutores. Mientras que el artículo estaba causando un revuelo, la demanda de Hawkins contra la NBA estaba en curso hacia una resolución. Más tarde, ese año, el comisionado de la NBA, J. Walter Kennedy, levantó la prohibición contra Hawkins después de resolver su demanda antimonopolio por más de un millón de dólares. Eso le permitió a Hawkins unirse a los Phoenix Suns a los 27 años.

Habiendo encontrado la redención, Hawkins ahora se puso a probar que era tan bueno como su leyenda. En 1969-70 Hawkins jugó 81 partidos con Phoenix y se puso en 24.6 ppp, sexto en la NBA. Su promedio de puntuación fue top en los Suns, que tenía otros dos anotadores de 20 puntos en Dick Van Arsdale y Gail Goodrich. Hawkins también logró 10.4 rebotes por partido y repartió 391 asistencias, casi 5 por partido. Fue nombrado en el primer equipo de la NBA junto con Willis Reed, Walt Frazier, Jerry West y Billy Cunningham.

Aunque los números de Hawkins bajaron levemente durante las dos estaciones siguientes, él seguía siendo una estrella. Promedió 20,9 y 21,0 ppp en 1970-71 y 1971-72, respectivamente. En 1972-73 las habilidades de Hawkins estaban empezando a desvanecerse un poco, pero aún así fue capaz de anotar 16,1 puntos por juego en astucia y habilidad. Fue All Star todos esos años.

En 1973-74, Hawkins fue traspasado a unos Lakers en decadencia, y para la temporada 1975-76 se trasladó a Atlanta, en la que sería su última estación como profesional, retirándose al final de la misma a la edad de 33 años.

Hawkins era una fuerza ofensiva impresionante en situaciones uno contra uno, se creaba su propio tiro, era rápido, ágil y un gran saltador. Un tirador de fuera decente, que estaba más en su elemento cuando sobrepasaba a sus defensores girando hacia la cesta con pasos gigantes, y envolviendo la pelota en una mano, haciéndola girar de una manera muy suave para conseguir su objetivo. 

 


viernes, 18 de agosto de 2017

Top 20 NBA (Ala-Pívots): "Big D"

Dave "Big D" DeBusschere. El "D" representaba Defensa. DeBusschere fue uno de los mejores defensores de todos los tiempos. Fue nombrado en el primer equipo defensivo de la NBA en cada uno de los primeros seis años de existencia del premio. DeBusschere sólo medía 1'98 y pesaba alrededor de 100 kilos, pero poseía una ética de trabajo que era insuperable. Durante su carrera de 12 años en la NBA representó el epítome de la estrella de baloncesto de cuello azul (el que hace el trabajo sucio).

Los jugadores rivales sabían que estaban ante una dura noche de trabajo cuando se enfrentaban a él. "No hay otro tipo en esta liga que de el 100 por ciento como DeBusschere hace, cada noche, cada partido de la temporada, en ambos extremos de la cancha", era el comentario habitual entre sus adversarios.

Jugó en la Universidad de Detroit, su casa, ciudad donde era una institución ya que también jugaba al béisbol. Acabó su periplo universitario promediando 24,8 puntos y 19,4 rebotes por partido.

Al graduarse en 1962, DeBusschere se enfrentó con una opción entre el béisbol y el baloncesto. DeBusschere decidió probar su mano en ambos deportes. Obtuvo un bono de 75.000$ para firmar con los Medias Blancas de Chicago y recibió un contrato de 15.000$ de los Detroit Pistons, que lo habían elegido en el nº4 del draft. DeBusschere jugó al béisbol profesional durante cuatro temporadas, compaginando ambos deportes.

Mientras tanto, la carrera de DeBusschere NBA tuvo un comienzo auspicioso. Durante la temporada 1962-63 promedió 12.7 puntos y fue seleccionado para el equipo All-Rookie de la NBA. Desde el principio DeBusschere exhibió sólidas habilidades ofensivas. Aunque luchó por muchos de sus puntos bajo la canasta, también demostró que podía anotar desde fuera. Manejaba la pelota muy bien para ser un hombre grande, lo que hacía que de vez en cuando los Pistons lo utilizaran como base. DeBusschere también mostró una madurez poco común para un novato. Puede que pareciese un "bruiser" (matón), pero era inteligente, analítico y fresco en la cancha.

Los Pistons jugaron los playoffs durante la temporada de novato de DeBusschere, pero al año siguiente la mala suerte lo golpeó. DeBusschere se rompió la pierna y jugó en sólo 15 partidos en 1963-64. Detroit logró sólo 23 victorias. Aunque DeBusschere comenzó la campaña 1964-65 totalmente recuperado, el equipo tuvo un mal comienzo. En noviembre, el dueño de los Pistons, Fred Zollner hizo un movimiento drástico, designó jugador-entrenador a DeBusschere. A los 24 años, DeBusschere se convirtió en el entrenador más joven de la historia de la NBA.
 
Se especuló que DeBusschere había recibido tareas de entrenador para alejarlo del béisbol. Si es así, la estratagema funcionó. A pesar de que jugó una temporada más al deporte del bate, DeBusschere terminó su carrera dual poco después, cuando se negó a aceptar una convocatoria de los Medias Blancas a finales de 1965. Con el inicio del campamento de entrenamiento de baloncesto, sus deberes de entrenador eran necesarios y tenía que hacer una elección.

Casi tres temporadas más tarde, Debusschere dejaba su puesto de entrenador. La falta de talento de sus compañeros le impidió alcanzar los playoffs en algún momento. DeBusschere dijo a menudo que él aprendió mucho sobre baloncesto de su experiencia como coach, pero que lo encontró pesado. "Fue un alivio dejar de entrenar. Ahora me doy cuenta de que había cosas en las que no era lo suficientemente maduro como para manejarlas". DeBusschere creía que ese periodo le impidió desarrollar su juego. "Tan pronto como volví de nuevo por mi cuenta, tuve mi mejor temporada", dijo. "Yo estaba anotando mejor, reboteando mejor, defendiendo mejor y haciendo todo lo demás mejor."

A lo largo de los años, los talentos de DeBusschere fueron codiciados por varios equipos, pero los Knicks de Nueva York fueron más persistentes que la mayoría. En diciembre de 1968, Detroit finalmente accedió a separarse de su héroe natal, enviándole a los Knicks a cambio del talentoso centro Walt Bellamy.

Para DeBusschere, escapar a Nueva York era como renacer. Aunque Detroit era su ciudad natal, se había cansado de las perennes campañas perdedoras. "Como entrenador estaba muy frustrado, perdiendo todo el tiempo", dijo. "Y como jugador, todo lo que podía mirar hacia atrás eran seis años de derrotas. Cuando anunciaron el cambio, estaba feliz de llegar a un equipo ganador."

Los Knicks tenían grandes esperanzas de que DeBusschere demostrara ser el componente final en sus planes para conseguir un título. El movimiento estaba destinado a solidificar su quinteto. Con Bellamy desaparecido, Willis Reed fue capaz de cambiar de alero a center, dejando el músculo de DeBusschere y su habilidad de rebote en la posición de power-forward.

DeBusschere disfrutó de un éxito inmediato en Nueva York, terminando la temporada 1968-69 con 16.3 puntos por partido y consiguiendo un lugar en el segundo equipo de All-NBA. Luego ayudó a los Knicks a avanzar a las Finales de la División Este, que perdieron ante los Celtics de Boston en seis partidos.

Durante la temporada 1969-70, los Knicks cumplieron con las expectativas de sus aficionados. Con el cántico de "DEE-fense" que oscilaba en el Madison Square Garden, DeBusschere y sus compañeros de equipo rugieron a través de la liga con un récord de 60-22. Durante los playoffs acabaron con los Bullets de Baltimore en siete partidos, luego pasaron por delante de los Milwaukee Bucks y Lew Alcindor (más tarde conocido como Kareem Abdul-Jabbar) en cinco partidos, para enfrentarse a los Lakers de Los Angeles en las finales de la NBA.

La lucha por el campeonato fue un puro drama. Era Este contra Oeste, el trabajo en equipo de los Knicks contra el glamour de los Lakers, que fueron encabezados por las superestrellas Wilt Chamberlain , Jerry West y Elgin Baylor. El concurso final de la serie de siete juegos es ahora legendario. Willis Reed, lesionado, electrificó a los jugadores y espectadores por igual, cuando tomó la cancha en el Madison Square Garden al comienzo del sexto partido. Cojeando, anotó las dos primeras canastas de los Knicks e inspiró al equipo para conseguir una victoria por 113-99.

Aunque el valiente Reed ganó el premio MVP de la serie, DeBusschere había ayudado a contener a un Chamberlain mucho más alto y fuerte durante la crucial victoria de los Knicks en el quinto partido. En el juego decisivo, el séptimo, DeBusschere estuvo magnífico logrando 18 puntos y 17 rebotes, mientras persiguió a Baylor por toda la cancha.

En la temporada 72-73, los Knicks lograron un nuevo campeonato ante los Lakers. Ese año Dave anotó 16.3 puntos por partido, siendo el segundo del equipo en ese apartado, e hizo contribuciones clave en una dramática victoria en playoffs en las semifinales de la conferencia ante los Celtics de Boston. Con la serie empatada a tres juegos cada uno, Nueva York viajó a Boston para hacer frente a los Celtics. Los Knicks dieron la vuelta a los felices verdes, cuando la defensa de DeBusschere frustró al centro de Boston y al MVP de la NBA, Dave Cowens.

DeBusschere se distinguió con una defensa estelar y una ofensiva confiable hasta su retiro al final de la estación 1973-74. En sus tres temporadas finales, DeBusschere promedió por lo menos 15 puntos (18 y 11 rebotes en su último año) y ganó la selección cada año al Juego de las Estrellas y al Primer Equipo Defensivo de la NBA, un lugar aparentemente reservado para él desde el inicio del premio.

"DeBusschere fue nuestro Santo Grial. No me di cuenta de que era tan bueno hasta que lo conseguimos", dijo Red Holzman, entrenador de los míticos Knicks. "Siempre supe que era un jugador sobresaliente, pero no tan bueno, a menudo es así, supongo, no te das cuenta de lo bueno que es un chico hasta que lo ves jugar todas las noches. A veces sólo anotará 4 o 6 puntos en 40 minutos, pero  hará un infierno de trabajo en defensa y de rebote para nosotros".

A su retirada, Debusschere no dejó de lado el baloncesto. Pasó a formar parte de diversos cargos ejecutivos, primero en la ABA, liga a la que ayudó a fusionarse con la NBA en 1976, y posteriormente como director de operaciones en los Knicks. Famosa es su reacción cuando los de Nueva York ganaron la elección nº1 del draft de 1985, que les permitió elegir al codiciado pívot Patrick Ewing.

El 14 de mayo de 2003, Dave DeBusschere se derrumbó en una calle de Manhattan de un ataque al corazón. Tenía 62 años de edad. Su camiseta con el número 22 fue retirada por los Knicks, y hoy cuelga del techo del Madison Square Garden.

DeBusschere fue elegido para el Salón de la fama del baloncesto de Naismith Memorial en 1983 y fue nombrado uno de los 50 mejores jugadores de la historia en el aniversario de la NBA en 1996. Había ganado dos campeonatos mundiales y había participado en ocho NBA All-Star Games, pero, por encima de todo, se había ganado el respeto universal de sus compañeros. Durante la temporada de despedida de DeBusschere, Bill Bradley habló por todos sus compañeros cuando dijo: "No reemplazas a Dave DeBusschere".

lunes, 14 de agosto de 2017

Top 20 NBA (Ala-Pívots): "Una mente privilegiada"

Jerry Lucas convivió con la leyenda de su nombre casi desde sus inicios. Incluso antes de llevar a su escuela al título estatal, a la edad de 15 años se convirtió en un mito de los playgrounds de Ohio y sus partidos congregaban a nombres como Oscar Robertson a su alrededor. Aquel hombretón de 203 centímetros (ya medía eso con 13 años) comenzaba a forjar su historia en la calle, pero la gloria no llegaría hasta que pisara el parquet.

Hasta 150 universidades se pelearon por sus servicios, pero prefirió quedarse cerca de casa y eligió Ohio State. Llevó a su universidad a tres finales estatales consecutivas, ganando el título en 1960. En sus tres años fue elegido en el mejor quinteto del país. Promedió 24,3 puntos y 17,2 rebotes. Ohio State retiró por primera vez una camiseta, la del número 11 de Lucas. En 1999, la prestigiosa revista deportiva Sport Illustrated lo incluyó en el mejor quinteto universitario del siglo XX.

Como amateur, defendió los colores de su selección en los Juegos Olímpicos de Roma en 1960, consiguiendo el oro, acompañado de ilustres como Jerry West, Oscar Robertson o Walt Bellamy.

Fue elegido en la sexta posición del draft de 1962 por los Cincinnati Royals, pero decidió firmar por los Cleveland Pipers, de la ABL. Su debut con los Royals se produjo en 1963...y no decepcionó. Acabó su primera temporada en la NBA con unos promedios de 17,7 puntos y 17,4 rebotes por partido (tercero por detrás de Chamberlain y Russell). Fue seleccionado como titular para el All Star y ganó el trofeo de Rookie del Año.

Al año siguiente, Lucas se convirtió en una estrella de pleno derecho. Promedió 21.4 puntos y 20.0 rebotes en 1964-65, convirtiéndose en el tercer jugador en la historia de la NBA en promediar "20 y 20" en una temporada. Anotó 25 puntos y agarró 10 rebotes en el All Star de 1965, llevando al Este a la victoria por 124-123 y ganando el premio de MVP del partido. Lucas también fue seleccionado para el "All-NBA First Team" por primera vez en su carrera.

En la temporada 1965-66, Lucas alcanzó nuevamente la marca de 20 puntos y 20 rebotes. Promedió 21.1 rebotes y 21.5 puntos. Fue de nuevo All-Star y obtuvo una segunda selección consecutiva al "All-NBA First Team".

Lucas continuó registrando grandes números, pero aparte del All-Star Oscar Robertson, los Royals nunca presentaron un elenco lo suficientemente fuerte como para competir por el campeonato.

Antes del comienzo de la temporada 1969-70, Jerry Lucas es traspasado a los Warriors. Después de completar dos buenos años en el equipo, en 1971 regresa a la conferencia Este de la mano de los New York Knicks.

En los Knicks se le presentó la oportunidad que estaba esperando. Supliendo a un lesionado Willis Reed en el centro de la zona, promedió unos increíbles 16,7 puntos, 13,1 rebotes y 4,1 asistencias. Su papel fue clave para ayudar a los Knicks a llegar a la final de la NBA de 1972, que finalmente ganarían los Lakers en cinco partidos.

La temporada siguiente, Willis Reed regresó a la alineación titular y Jerry Lucas, como reserva, no pudo alcanzar los dobles dígitos en puntos y rebotes por primera vez en su carrera. Se quedó en 9,9 puntos y 7,2 rebotes. Pero su papel fue clave para que los Knicks vengasen la derrota en la final del año anterior ante los Lakers, y esta vez vencieron a los angelinos por 4-1.

Lucas se retiró al final de la temporada 1973-74, acumulando 14.053 puntos (17 de media por encuentro), 12.942 rebotes (15,6 rpp) y 2.730 asistencias (3,3 app). Fue elegido Rookie del año en el 64, tres veces miembro del primer equipo de la liga y dos del segundo, siete veces All Star, siendo MVP del mismo en 1965, y campeón de la NBA en el 73.


Aunque no era tan grande como los "Goliats" que habían en la liga, Lucas era un jugador muy completo, un gran trabajador y un guerrero de los tableros. A pesar de sus 2,03 de estatura, acabó con el cuarto mejor promedio reboteador de la historia, por detrás de Chamberlain, Russell y Pettit.

Lucas tiene la rara distinción de ganar campeonatos en todos los niveles en los que ha competido (en la escuela secundaria, la universidad y los profesionales). Incluso fue miembro del equipo olímpico de baloncesto de 1960 que ganó una medalla de oro en Roma.

Una de las características más curiosas de Jerry Lucas era su capacidad innata para memorizar todo tipo de cosas. Solía divertir a sus compañeros con su habilidad mnemónica y afinidad con los números, pero su ambición era convertirse en un artista profesional y creó un show televisivo llamado "The Jerry Lucas Super Kids Day Magic Jamboree", que contaba con juegos de palabras educativos, rompecabezas de números y trucos de magia.

A principios de los 70, puso su memoria a prueba cuando apareció en la televisión y sorprendió a una audiencia nacional con su capacidad de memorizar las primeras 500 páginas del directorio telefónico de Manhattan. Después de la jubilación, Lucas logró el éxito cuando fue coautor de The Memory Book, un bestseller que vendió más de dos millones de copias. A finales de 1980, estableció Lucas Learning Inc., una compañía educativa que publicó materiales de memoria y aprendizaje para niños. Lucas ha escrito más de 30 libros sobre el tema.




Aquel 'gigante' de 203 centímetros (ya medía eso con 13 años) comenzaba a forjar su historia en la calle, pero la gloria no llegaría hasta que pisara el parquet.
A la edad de 15 años se convirtió en todo un mito de los 'playgrounds' de Ohio y sus partidos congregaban a nombres como Oscar Robertson a su alrededor.
A la edad de 15 años se convirtió en todo un mito de los 'playgrounds' de Ohio y sus partidos congregaban a nombres como Oscar Robertson a su alrededor.
A la edad de 15 años se convirtió en todo un mito de los 'playgrounds' de Ohio y sus partidos congregaban a nombres como Oscar Robertson a su alrededor.
A la edad de 15 años se convirtió en todo un mito de los 'playgrounds' de Ohio y sus partidos congregaban a nombres como Oscar Robertson a su alrededor. Aquel 'gigante' de 203 centímetros (ya medía eso con 13 años) comenzaba a forjar su historia en la calle, pero la gloria no llegaría hasta que pisara el parquet.
Jerry Lucas convivió con la leyenda de su nombre casi desde sus inicios. A la edad de 15 años se convirtió en todo un mito de los 'playgrounds' de Ohio y sus partidos congregaban a nombres como Oscar Robertson a su alrededor. Aquel 'gigante' de 203 centímetros (ya medía eso con 13 años) comenzaba a forjar su historia en la calle, pero la gloria no llegaría hasta que pisara el parquet.
Jerry Lucas convivió con la leyenda de su nombre casi desde sus inicios. A la edad de 15 años se convirtió en todo un mito de los 'playgrounds' de Ohio y sus partidos congregaban a nombres como Oscar Robertson a su alrededor. Aquel 'gigante' de 203 centímetros (ya medía eso con 13 años) comenzaba a forjar su historia en la calle, pero la gloria no llegaría hasta que pisara el parquet.
Jerry Lucas convivió con la leyenda de su nombre casi desde sus inicios. A la edad de 15 años se convirtió en todo un mito de los 'playgrounds' de Ohio y sus partidos congregaban a nombres como Oscar Robertson a su alrededor. Aquel 'gigante' de 203 centímetros (ya medía eso con 13 años) comenzaba a forjar su historia en la calle, pero la gloria no llegaría hasta que pisara el parquet.
Jerry Lucas convivió con la leyenda de su nombre casi desde sus inicios. A la edad de 15 años se convirtió en todo un mito de los 'playgrounds' de Ohio y sus partidos congregaban a nombres como Oscar Robertson a su alrededor. Aquel 'gigante' de 203 centímetros (ya medía eso con 13 años) comenzaba a forjar su historia en la calle, pero la gloria no llegaría hasta que pisara el parquet.
Jerry Lucas convivió con la leyenda de su nombre casi desde sus inicios. A la edad de 15 años se convirtió en todo un mito de los 'playgrounds' de Ohio y sus partidos congregaban a nombres como Oscar Robertson a su alrededor. Aquel 'gigante' de 203 centímetros (ya medía eso con 13 años) comenzaba a forjar su historia en la calle, pero la gloria no llegaría hasta que pisara el parquet.

viernes, 11 de agosto de 2017

Top 20 NBA (Ala-Pívots): "Tommy Gun"

Conocido por su estilo de juego duro, pero con un tiro excelente, Tom Heinsohn fue un engranaje vital en la dinastía de los Celtics de Boston de los años 1950 y 1960. Elegido como novato del año en 1957, ayudó a los Celtics a ganar ocho títulos de la NBA, fue nombrado en el All-NBA First Team cuatro años y fue All-Star seis veces.

Promedió 18.6 puntos y 8,8 rebotes en 654 partidos de temporada regular. Fue un anotador versátil, pero a menudo fue eclipsado por compañeros de equipo tan ilustres como Bob Cousy , Bill Sharman y Bill Russell . Después de retirarse en 1965, Heinsohn entrenó a los Celtics y los llevó a conseguir otros dos campeonatos de la NBA (1974 y 76).

Después de estudiar en Holy Cross (igual que Bob Cousy) y ser nombrado para casi todos los equipos All American, los Celtics reclamaron a Heinsohn como una selección territorial en el Draft de la NBA de 1956, el mismo año en que el entrenador Boston, Red Auerbach, trabajó un acuerdo con los St. Louis Hawks por los derechos de un novato llamado Bill Russell.


Heinsohn tuvo un año de novato sensacional con los Celtics. Era un alero delgado, pero resistente y con una agilidad excepcional, que anotó un promedio de 16.2 ppp y jugó casi 30 minutos por partido. Su tiro en suspensión tenía una trayectoria plana, que hacía que la bola pareciese que estuviera unida a una cuerda. Russell se perdió los primeros 24 partidos de la temporada 1956-57, mientras ayudaba a los Estados Unidos a ganar una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 1956 en Melbourne, Australia, por lo que Heinsohn tomó la delantera en la carrera por el NBA Rookie of the Year Award.

Los dos recién llegados a Boston, combinados con el legendario dúo de backcourt formado por Sharman y Cousy, hicieron que Los Celtics avanzaron a las Finales de la NBA de 1957, en las que se enfrentaron a los Halcones de San Luis, liderados por Bob Pettit. La serie fue decidida en un memorable séptimo partido. Los 37 puntos y 23 rebotes de Heinsohn ayudaron a los Celtics a obtener una emocionante victoria por 125-123, tras dos prórrogas, que le valió a Boston su primer Campeonato de la NBA.

La dinastía de Boston ya estaba en camino, y durante la mayor parte de la próxima década los Celtics dominarían el baloncesto profesional como pocos equipos de cualquier deporte lo han hecho. Boston ganó siete campeonatos consecutivos, desde 1959 hasta 1965, con Heinsohn en sus filas.

Si había alguna queja sobre la obra de Heinsohn, era que a veces tiraba demasiado. No en vano, fue apodado "Tommy Gun" por sus compañeros de equipo. Pero en palabras de Bob Cousy... "Seguro, él toma algunas malas decisiones de vez en cuando, puede hacer cinco tiros miserables que te hacen enfermar, pero a largo plazo, acertará otras cinco o seis fundamentales que te harán ganar el partido".




lunes, 7 de agosto de 2017

Top 20 NBA (Ala-Pívots): "El Bombardero de Baton Rouge"

Bob Pettit revolucionó la posición de "4" en el baloncesto. Debido a su habilidad anotadora y reboteadora, es considerado el predecesor de Jerry Lucas, Elvin Hayes, Bob McAdoo, Kevin McHale, Charles Barkley, Karl Malone, Tim Duncan, Kevin Garnett, Dirk Nowitzki y de todos los grandes jugadores en la posición de ala-pívot que han llegado después.

La carrera de Pettit tuvo un comienzo muy humilde. En el instituto de Baton Rouge fue cortado del equipo de baloncesto tanto en freshman (estudiante de primer año), como en sophomores (de segundo año). Pero en su tercer año ya era titular en el equipo y en su año senior lideró a Baton Rouge a su primer Campeonato Estatal en más de 20 años.

Tras el instituto, Pettit aceptó una beca para jugar en la Universidad de Louisiana State. Durante sus tres años allí, promedió 27,8 puntos por partido, fue en tres ocasiones seleccionado en el mejor quinteto de la Conferencia Suroeste, y dos veces All-American.

En 1954, Milwaukee Hawks seleccionó a Pettit con el nº2 de la primera ronda del Draft de la NBA. Su impacto en la NBA, fue inmediato, y ya el primer año se disparó a los 20.8 puntos y 13.8 rebotes, algo que le dio el título de rookie del año. Tras esa temporada, los Hawks se mudaron a St. Louis. Al año siguiente, Pettit ganó su primer título de máximo anotador de la competición con un promedio de 25.7 puntos por encuentro, liderando también la liga en rebotes con un promedio de 16.2. También fue nombrado MVP del All-Star Game tras anotar 20 puntos, coger 24 rebotes y dar 7 asistencias. Además, fue nombrado como el MVP de la temporada. El primero de la historia, ya que ese año (1956) fue el primero en el que se otorgó este trofeo.

En 1957 St. Louis se presentó en la final ante los Celtics del novato Bill Russell. Nadie esperaba que los Hawks lucharan mucho contra Boston, que habían tenido el mejor récord de la liga regular. Pero presentaron batalla y llevaron la serie a un séptimo partido.

Ese séptimo partido fue un thriller que paraba el corazón. Uno de los juegos más emocionantes de la historia de las finales de la NBA, que además fue visto por una gran audiencia en la televisión nacional. Se trataba de un partido estrechamente jugado, con los Celtics tomando el mando y los Halcones luchando. St. Louis llegaba dos puntos abajo en los segundos finales, pero Pettit metió un par de tiros libres para enviar el encuentro a la prórroga. En el tiempo extra, otra canasta de los Hawks, con el tiempo expirando, llevaba el partido a una segunda prórroga. Con sólo unos segundos para la finalización del partido, Boston vencía por 125-123, Pettit tuvo el lanzamiento para empatar, pero el balón no entró. A pesar de ello, Bob Pettit acabó la serie promediando 29,8 puntos y 16,8 rebotes.

Al año siguiente, Pettit regresó con energías renovadas, y acabó la temporada promediando 24,6 puntos y 17,4 rebotes por partido. Ese año fue de nuevo MVP del All Star al conseguir 28 puntos y 26 rebotes. En los playoffs volvieron a cruzarse con los Celtics en la final, pero esta vez los Hawks se hicieron con el título en seis partidos, vengando la derrota del año anterior. En el sexto y último encuentro, Pettit anotó la friolera de 50 puntos. En ese año aún no existía el premio de MVP para el mejor jugador de la final, pero se puede decir que él fue el MVP oficioso de las mismas.

San Luis terminó en la parte superior de la División Oeste en cada una de las siguientes tres temporadas. En 1959, Pettit fue nombrado Jugador Más Valioso de la NBA por segunda vez en su carrera, después de liderar la liga en anotación (29.2 ppp) y quedar segundo en rebotes (16.4 rpp). Él siguió con números similares en los años siguientes.

A pesar de la incesante producción de Pettit, los Hawks no pudieron recuperar el título de la liga durante esos años. Perdieron la oportunidad de repetir como campeones en 1959, cuando los Lakers los derrotaron en las finales de la División Oeste. En 1960, St. Louis desafió a Boston en las Finales una vez más, pero perdió la serie en siete juegos. Los Hawks y los Celtics jugaron por el campeonato por cuarta vez en cinco años en 1961, y Boston ganó esa serie en cinco encuentros.

En la temporada 1961-62, Pettit tuvo la mejor temporada de su carrera a nivel individual, al promediar unos estratosféricos 31,1 puntos y 18,7 rebotes.

Bob Pettit decide poner punto y final a su carrera en 1965, después de que una lesión de rodilla le impidiese rendir al cien por cien durante esa campaña. Se retiró habiendo acumulado 20.880 puntos (26.4 ppp), el más anotador en la NBA en ese momento. Nunca promedió menos de 20 puntos, ni se perdió un partido de All Stars en ninguna de sus 11 temporadas. Sus totales de rebotes (12.849) no fueron menos impresionantes: nunca cayó por debajo de los 12 rebotes por partido en una temporada y su promedio fue de 16,2. Sigue siendo el tercero mejor en la historia de la liga, detrás de Chamberlain y Russell.

Su palmarés abarca el premio a rookie del año en 1955, dos trofeos de MVP de la temporada (1956, 59), una vez campeón de la NBA (1958), cuatro veces MVP del All Star Game (1956, 58, 59, 62), diez veces elegido en el mejor quinteto de la NBA y una vez en el segundo, máximo anotador en 1956 y 1959 y máximo reboteador en 1956.

La verdad es que sus números son simplemente escandalosos, se trataba de un jugador prácticamente imparable, muy elegante en su juego, muy agresivo, con buena mano, tanto desde la media, como la larga distancia, pero a la vez, capaz de jugar de espaldas. A todo eso, unía una capacidad tremenda para crearse sus propias canastas, siendo capaz de botar el balón con calidad y romper a sus rivales desde el dribling, a lo que unía un talento innato para coger rebotes (en 1960-61 promedio más de 20 rebotes, en concreto 20.3 rebotes por noche, algo que sólo han logrado 5 jugadores en la historia de la NBA: Chamberlain, Bill Russell, Nate Thurmond, Jerry Lucas y evidentemente, el propio Bob Pettit).



viernes, 4 de agosto de 2017

Top 20 NBA (Ala-Pívots): "El puente entre el viejo y el nuevo baloncesto"

Dolph Schayes fue una de las primeras superestrellas del baloncesto profesional, un gran tirador y un reboteadtsor superior, cuya carrera se extendió desde el año inaugural de la NBA, al surgimiento de baloncesto como una importante atracción deportiva. Mucha gente considera a Schayes como el enlace entre el viejo juego y el nuevo.

Schayes, nacido en el Bronx en 1928, estudió en la Universidad de Nueva York, con la que disputó la final de la NCAA de 1945. Tras graduarse en 1948, fue elegido por los Knicks de Nueva York de la BAA (1ª ronda; 4º selección global), y por los Tri-Cities Blackhawks en la NBL. Las dos ligas profesionales que rivalizaban en EEUU por ese entonces. Los Blackhawks cambiaron sus derechos a los nacionales de Syracuse, que luego le ofreció un contrato por valor de 7,500 $, 2.500 más que los Knicks. "Me di cuenta de que 2,500 $ era mucho dinero, y el baloncesto profesional podría no tener una larga vida", dijo Schayes. "Así que pensé que tomaría la mejor oferta."

Schayes jugó una temporada en la NBL y fue nombrado novato del año. La temporada siguiente (1949-50), los Nacionales se trasladaron a la recién formada Asociación Nacional de Baloncesto (NBA) como parte de la fusión entre la BAA y la NBL. Esa misma temporada, Schayes lograba un promedio de 16,8 puntos (siendo el primero de 12 años consecutivos en los que lideró a su equipo en anotación) y los Syracuse Nationals disputaban su primera final ante los, intratables por entonces, Minneapolis Lakers de George Mikan. Final que perderían en seis partidos.

En la temporada 1950-51, la primera en la que se contabilizan los rebotes, Schayes acaba líder de esta clasificación con un promedio de 16,4 por encuentro y juega el primero de sus 12 All Star Game. También es incluido en el Primer Equipo de la NBA ese mismo año.

Schayes volvió a acariciar el título de campeón en la temporada 1953-54, pero una vez más, sus Nationals cayeron derrotados ante los Lakers en siete juegos. Ese año sus promedios fueron de 17.1 ppp y 12.1 rpp.

A Schayes, la oportunidad de ganar el campeonato le vino al año siguiente. La retirada de George Mikan en los Lakers daba más opciones al resto de los equipos. Así, Syracuse Nationals se enfrentó esta vez a Fort Wayne Pistons. La eliminatoria se convirtió en una batalla a siete partidos, con cuatro de ellos decididos por cuatro o menos puntos y ninguno con un margen de victoria más grande de siete puntos. El último de ellos, acabó decantando la victoria para los Nationals por 92-91, lo que sería el primer (y único) campeonato de Dolph Schayes en toda su carrera.

La puntuación en la liga aumentó a lo largo de los años 50 y principios de los 60 con la llegada del reloj de posesión y una sucesión de estrellas ofensivas: Bob Pettit , Jack Twyman, Wilt Chamberlain , Elgin Baylor y Oscar Robertson . El nombre de Schayes era también un habitual en la lista de los mejores anotadores.
 
Schayes anotó 20.4 ppp en 1955-56, ocupando el quinto lugar en la liga; 22,5 en 1956-57, tercero; 24.9 en 1957-58, segundo; 21,3 en 1958-59, sexto; 22,5 en 1959-60, séptimo; y 23,6 en 1960-61, sexto. Schayes se clasificó a menudo entre los líderes de la liga en tiros libres, y lideró a los Nacionales en rebotes 10 de 11 años, promediando dobles figuras en cada una de esas 11 estaciones. De hecho, promedió un doble doble durante una década.

Lo que impidió a Schayes convertirse en un icono del baloncesto durante su época fue, en parte, la presencia dominante de los Celtics de Boston, que ganaron 7 campeonatos en las últimas 8 temporadas de Schayes, de 1957 a 1964. Sin embargo, los Nacionales siguieron siendo competitivos con Schayes en el equipo. Después de ganar el campeonato en 1955, Syracuse alcanzó las finales de la división del Este en 1956, 1957, 1959 y 1961 (perdiendo contra los Celtics en tres de esos cinco viajes).

Para la temporada 1963-64, los nuevos propietarios de Syracuse trasladaron el equipo a Filadelfia, donde se transformaron en los 76ers. Schayes se convirtió en jugador-entrenador, y apareció en 24 juegos promediando 5.6 puntos. El equipo terminó 34-46 y perdió en la primera ronda de los playoffs. Colgó sus zapatillas para siempre después de la temporada.
 
Schayes se retiró con 19.249 puntos en su carrera, 18,2 ppp de media, así como 12,1 rpp y 3,1 app, habiendo jugado 1.059 partidos (récord de la NBA en ese momento). Formó parte del All-NBA First Team seis veces y el All-NBA Second Team otras seis. Además fue 12 veces All Star.

Después de su retiro como jugador, Schayes se quedó como entrenador de los Sixers por dos temporadas más. En 1965-66, guió al club a un registro de 55-25 y fue nombrado Entrenador del Año. Fue la primera temporada completa de Wilt Chamberlain con el equipo, aunque no le sirvió para ganar el campeonato, ya que Boston los eliminó en la Final de Conferencia.

Una cosa curiosa de Dolph Schayes es que era ambidiestro. En palabras de su ex compañero en los Nationals, Al Bianchi: "La gente recuerda los largos tiros de Dolph, pero lo que lo hizo grande fue que podía disparar con una sola mano, y hacerlo con cualquier mano. Su izquierda era tan buena como su derecha".







Top 20 NBA (Bases): "Stock"

John Stockton estaba considerado el prototipo perfecto de base, era rápido, infatigable y con una visión de juego increíble. Como asistente...