martes, 22 de noviembre de 2016

Top 20: Los mejores pívots en la historia de la NBA (Dominio: The Dream)

Hace 53 años nacía en Lagos, Nigeria, un niño llamado a tocar la gloria con sus grandes manos y a escribir una página de leyenda en la NBA. Nadie podía pensar siquiera que en la capital africana se estaba criando uno de los mayores talentos que haya visto este deporte.

Al joven Akeem (como se llamaba entonces) le gustaba ser portero de fútbol, pero todo cambió a los 15 años, cuando un familiar le convenció para participar en un torneo local de un deporte llamado baloncesto. Olajuwon, que significa 'siempre en la cima', empezó a hacerse un nombre en Lagos y en Nigeria, coincidiendo además con una gran hornada de ojeadores estadounidenses explorando el continente africano en busca de nuevos talentos.

Fue así como el nombre de Akeem llegó a oídos de Guy Lewis, entrenador de la Universidad de Houston, quien le propuso visitar las instalaciones del campus y hacer una prueba con el equipo de baloncesto... y es aquí cuando comienza la leyenda.

Con Olajuwon en el equipo, los Cougars hacen un juego espectacular basado sobretodo en los contraataques y los mates, esto hace que sean conocidos como la hermandad "Phi Slamma Jamma". En sus tres años en la universidad consigue llegar a tres Final Four. En 1982 pierden en semifinales contra la futura campeona North Carolina, de James Worthy y Michael Jordan. En 1983 llegan a la final, pero contra todo pronóstico pierden contra la cenicienta North Carolina State, con un tiro en el último segundo. En 1984 tienen otra oportunidad de hacerse con el título, pero esta vez son los Hoyas de Georgetown, liderados por Pat Ewing, los que ganan el campeonato. Olajuwon termina ese año con unas estadísticas de 16,8 puntos, 13,5 rebotes (líder de la competición), 5,6 tapones y 67,5% de acierto en tiros de campo.

Ese mismo verano, Olajuwon es elegido nº1 del draft de la NBA por los Houston Rockets, quienes no tardaron en sacar rédito de su novato. Olajuwon pronto empezó a dar muestras de lo que era capaz y sólo un tal Michael Jordan fue capaz de arrebatarle el trofeo de Novato del Año. Promedia 20,6 puntos; 11,9 rebotes y 2,7 tapones por partido. Pero más allá de las frías estadísticas, estaba la sensación de estar ante un jugador totalmente diferente, capaz de dominar el juego desde sus 213 centímetros, pero con la agilidad de un escolta. Con un repertorio de movimientos nunca visto en un pivot (entre los que destacaba el famoso 'Dream Shake'), Akeem se presentaba como la estrella del futuro.

En los Rockets, además, coincidiría con Ralph Sampson, otro talentoso pívot joven con el que formaría las famosas 'Torres Gemelas' de Houston. Juntos llevaron a los Rockets a las finales de 1986, después de deshacerse de los actuales campeones y favoritos, Los Angeles Lakers, en la final de conferencia. Fue como un sueño. Los Rockets se encontraron un camino más sencillo de lo esperado y se apuntaron la serie con un contundente 4-1 gracias a un Olajuwon sencillamente imparable. "Lo hemos intentado todo. Hasta poner cuatro jugadores a defenderle. Y nada ha valido", reconocía un impotente Pat Riley tras la derrota.

En la final se enfrentarían a uno de los mejores equipos de la historia. Los Celtics de Bird, Parish y McHale. Olajuwon volvía a acariciar la gloria con la yema de sus dedos. Sin embargo, una vez más, ésta le dio la espalda en el último suspiro. Los 'orgullosos verdes' se impondrían con cierta claridad (4-2).

En 1987, las Torres Gemelas pasaron a mejor vida, un lesionado Sampson era traspasado mientras Olajuwon no dejaba de producir. Comenzaba una dura travesía por el desierto que duraría cinco temporadas. Cinco campañas en las que Olajuwon engordaría su palmares personal y su leyenda, pero que una y otra vez le dejaba el sinsabor de la derrota. El nigeriano se convertía en uno de los iconos de la liga gracias a su enorme calidad y a sus inmejorables números. Olajuwon lideró a los Rockets en 13 categorías estadísticas, incluyendo puntuación, rebotes, robos y tapones. Comenzó una serie de selecciones para el primer equipo All-NBA (1987 a 1989) y el primer equipo defensivo (1987, 88 y 90), y fue el center de partida de la Conferencia Oeste All-Stars cuatro años seguidos (1987-90). 

Olajuwon regularmente estaba colocado entre los líderes de la liga en puntuación, rebotes, tapones y robos. Ganó el título de máximo reboteador en 1989 y 1990, con un promedio de 13.5 y 14.0 rebotes, respectivamente. Y en 1989 se convirtió en el primer jugador en terminar entre los 10 primeros en anotar, rebotear, robar y taponar por dos temporadas consecutivas. Ese mismo año, contra los Milwaukee Bucks, Olajuwon tuvo una actuación de 18 puntos, 16 rebotes, 11 tapones y 10 asistencias, registrando un cuádruple doble. También dominó la NBA en tapones en 1989-90 con 4,59 por partido y en 1990-91 con 3,95 de promedio.

Pero su momento culminante llegó en la temporada 1993-94. Hakeem (ya se había cambiado el nombre en 1991) llevó a su equipo nuevamente a una final 8 años despúes. En esta ocasión sus rivales eran los New York Knicks de Patrick Ewing. Olajuwon estuvo brillante aportando 29,1 puntos, 9,1 rebotes y 3,8 tapones por partido, y esta vez si, el título cayó de su lado. Se da la circunstancia de que el nigeriano era el único All Star de los Rockets, lo que da más mérito a su actuación y al campeonato conseguido (el primero de la franquicia). Esa misma temporada, el pívot se convirtió en el primer jugador de la historia en ganar el MVP de la temporada, MVP de las Finales y Mejor Defensor en un año inmaculado.

La temporada siguiente (1994-95) empezó con los Rockets acusando la presión, pero poco a poco fueron remontando el vuelo. Sobre todo con la llegada del antiguo compañero de Olajuwon en la universidad, Clyde Drexler. En la final de conferencia, les esperaban los San Antonio Spurs del MVP David Robinson, que habían tenido el mejor récord de la liga, pero Olajuwon se encargó de demostrar quien era el mejor y acabó la serie con unos promedios de 35,3 puntos. Lógicamente, los Rockets avanzaron a la final. "Defender a Hakeem?, no se puede defender a Hakeem", acertó a decir un cariacontecido David Robinson al acabar la eliminatoria.

En la final de la NBA, Houston se enfrentó a los Orlando Magic del joven centro de la liga, Shaquille O'Neal. Los dos hombres grandes tuvieron números similares, mientras que Olajuwon promedió 32.8 puntos, 11.5 rebotes y 5.5 asistencias, O'Neal se fue a los 28.0 puntos, 12.5 rebotes y 6.3 asistencias. Pero la sensación de superioridad de Hakeem fue bestial y los Rockets barrieron la serie por 4-0, convirtiendo a Houston en la quinta franquicia de la NBA en ganar títulos consecutivos. Por su espectacular juego, Olajuwon fue galardonado con su segundo premio consecutivo de MVP de la Final de la NBA.

Shaquille dijo años después: “El rival más duro que he tenido fue Hakeem Olajuwon. Sin duda. Hacía todas esas cosas… no podías imponerte a él. Con todos los demás rivales a los que me he enfrentado podía ser físico con ellos o decir algunas chorradas en los periódicos para desconcentrarles. Siempre funcionaba. Menos con Hakeem”.

En la temporada 96-97, con la adquisición de Charles Barkley, estuvieron cerca de jugar una nueva final, pero los Jazz de Utah se lo impidieron venciéndoles en la Final de Conferencia. Fue la última vez que Olajuwon estuvo cerca de competir por algo.

En 2001 abandona su equipo de toda la vida y juega un último año con Toronto Raptors. En 2002 Hakeem Olajuwon se retira dejando un palmarés impresionante: Dos veces campeón de la NBA, dos veces MVP de las finales, una vez MVP de la temporada, dos veces jugador defensivo del año, seis veces incluido en el primer equipo de la NBA, cinco veces en el primer equipo defensivo, doce veces All Star, medalla de oro en los JJOO de Atlanta'96, tres veces máximo taponador de la liga, dos veces máximo reboteador, e integrante del equipo ideal de rookies el año de su debút. Dieciocho años de carrera con unas medias de 21,8 puntos, 11,1 rebotes, 3,1 tapones, 2,5 asistencias y 1,7 balones robados por partido.

Con él se iban la elegancia y la clase en una cancha de NBA. Una hoja de servicios inmaculada y un legado de movimientos ofensivos difíciles de igualar. Aunque no decía adiós completamente al baloncesto. De hecho, su leyenda no ha hecho más que agrandarse en los últimos años y muchos jóvenes pívots actuales acuden a él (a razón de 10.000 dólares) para aprender del mejor juego de pies de la historia. Un gigante vestido de frac que tiene su lugar con los más grandes.

Michael Jordan dijo de él: “si tuviera que escoger a un pívot para el mejor equipo de todos los tiempos, me quedaría con Olajuwon. Eso deja fuera a Shaq, Patrick Ewing y Wilt Chamberlain. Deja fuera a mucha gente. Y la razón por la que escogería a Olajuwon es muy sencilla: su versatilidad desde su posición. No se trata solo de su habilidad reboteadora o su capacidad para bloquear lanzamientos del contrario. Los aficionados no se daban cuenta que siempre estaba entre los 7 mejores en robos de balón. Siempre tomaba las mejores decisiones en la cancha. Por estas razones y por todas las facetas del juego y de su juego, le escogería como el pívot del mejor equipo de todos los tiempos.”




1 comentario:

  1. Puede que tuviera razón MJ al decir que Olajuwon fue el mejor pivot de la historia. A esos niveles es difícil tener tanta certeza. Pero sin duda es uno de los cinco mejores de todos los tiempos en su posición, y probablemente el más elegante y completo de todos ellos.

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