martes, 29 de noviembre de 2016

Top 20: Los mejores pívots de la historia de la NBA (El Guerrero)

Dave Cowens se ganó un lugar en el Salón de la Fama como uno de los pilares de los Boston Celtics que ganaron los campeonatos de la NBA en 1974 y 1976. Jugando en la era de Julius Erving , Abdul Jabbar y Pete Maravich, Cowens no poseía el flash y el brillo de esas grandes estrellas. En cambio, fue su consistencia, ética de trabajo, tenacidad, versatilidad y energía, lo que lo convirtió en uno de los centros más sólidos y respetados en la historia reciente de la NBA.

Cowens jugó en la Universidad de Florida State de 1967 a 1970, con unas medias de 19,0 puntos y 17,2 rebotes por partido.

A pesar de que algunos críticos decían que Cowens era demasiado pequeño para jugar de pívot, Dave fue seleccionado en la cuarta posición por los Celtics de Boston en el draft de 1970, y rápidamente ganó elogios por su ajetreo, movilidad, tenacidad y enfoque desinteresado del juego. Durante su año de novato, Cowens promedió 17.0 puntos y 15.4 rebotes por partido. Fue nombrado para el NBA All-Rookie First Team y compartió el premio de Novato del Año con el jugador de Portland Geoff Petrie... aunque también lideró la liga en faltas personales cometidas ese mismo año.

En 1973, Cowens promedió 20.5 ppp y 16.2 rpp mientras que ayudaba a los Celtics a obtener el mejor registro de la liga (68-14). Fue elegido el MVP de la NBA, así como MVP del Juego de las Estrellas esa misma temporada. Pero Boston perdió en las Finales de la Conferencia Este contra los futuros campeones de la NBA, New York Knicks (4-3).

Pero el "Celtics Pride" había vuelto, y en la temporada 1973-74 el equipo de Boston volvía a disputar una final. En esta ocasión, el rival era Milwaukee Bucks, con Karem Abdul Jabbar y un veterano Oscar Robertson en sus filas. Tras seis partidos de igualdad, en el juego siete, Cowens respondió anotando 28 puntos y enganchando 14 rebotes, para llevar a los Celtics a una victoria por 102-87 y hacerse con su primer título de campeón. Esa temporada Dave Cowens había promediado 19,0 puntos, 15,7 rebotes y 4,4 asistencias.

La palabra "dinastía" se utilizó una vez más para describir a los Celtics, ya que las maneras ganadoras del equipo continuaron hasta mediados de los años setenta. En 1974-75, Boston volvió a alcanzar la marca de 60 victorias. Cowens tuvo un promedio de 20,4 puntos y 14,7 rebotes, pero los Washington Bullets impidieron que los de Boston repitieran final, al imponerse en la final de la Conferencia Este.

En la 1975-76, los 19.0 puntos y 16.0 rebotes por partido de Cowens, impulsaron a los Celtics a su quinto título consecutivo de la División Atlántica. En playoffs, Boston eliminó tanto a Buffalo, como a los Cavaliers de Cleveland, antes de reunirse con los Suns en las ahora legendarias finales de la NBA de 1976. Y es que el quinto partido de estas series, ha pasado a la historia como el más largo y uno de los más memorables de todos los tiempos. Tras tres prórrogas y mucha polémica, Boston se imponía a Phoenix por 128-126. En el sexto encuentro ganarían nuevamente y Dave Cowens ganaría su segundo título de campeón de la NBA, el decimotercero de los Boston Celtics.

Cowens jugó cuatro estaciones más con los Celtics, fijando unos promedios combinados de 16.6 puntos y de 11.4 rebotes. En cuanto al equipo, el envejecimiento y el retiro definitivo de Havlicek, entre otros cambios de personal, hicieron que el total de victorias de Boston se redujera a 44 en 1976-77, 32 en 1977-78 y 29 en 1978-79. En esta última, Cowens ejercería de jugador-entrenador.

La llegada de Larry Bird en 1979 y la selección de Bill Fitch para reemplazar a Cowens como entrenador, generó un resurgimiento inmediato. En 1979-80, el décimo y último año de Cowens con los Celtics, Boston volvió a la cabeza de la división atlántica, fijando un expediente de 61-21. Fue el sexto título de la división durante la década de Cowens con el club. Por ayudar a los Celtics a una notable mejora de 32 juegos, Bird fue nombrado NBA Rookie of the Year.

Dave Cowens se retiró después de la temporada 1979-80, pero después de dos años de distancia de la NBA, Cowens regresó para un último suspiro en la temporada 1982-83 cuando, su amigo y ex compañero de equipo, Don Nelson le pidió al jugador de 34 años que jugara para sus Milwaukee Bucks, apareciendo en 40 partidos de temporada regular y nueve partidos de postemporada. Los Bucks barrieron a los Celtics (su ex equipo) en cuatro partidos en las semifinales de la Conferencia Este, antes de ser eliminados por los futuros campeones, Philadelphia 76ers en la final de la conferencia. Esa temporada, Cowens promedió 8.1 puntos y 6.9 rebotes en 25.4 minutos por partido.

Cowens terminó su carrera con 13.516 puntos (17.6 ppp), 10.444 rebotes (13.6 rpp) y 2910 asistencias (3,8 app). Jugó 89 partidos de postemporada con un promedio de 18.9 puntos y 14.4 rebotes. Fue Rookie of the Year (1971), ganó el Premio NBA Most Valuable Player en 1972-73, fue siete veces All Star (MVP en el 73) y ganó dos campeonatos (1974 y 76).

Como testimonio de su capacidad para hacer de todo, Cowens es uno de los únicos cuatro jugadores que han liderado a su equipo en las cinco categorías estadísticas en una misma temporada: puntos, rebotes, asistencias, tapones y robos de balón. Tal hazaña se logró en la temporada 1977-78.

Como entrenador NBA, dirigió a los Charlotte Hornets (1996-99) y los Golden St. Warriors (1999-01).

Para Dave Cowens, el baloncesto consistía en tres cosas: concentración, consistencia, confianza..."Si te concentras en cualquier faceta particular de tu juego, te vuelves más consistente, y entonces esa consistencia conduce a la confianza". "Concentración significa que tienes que estar pensando, estás tratando de conseguir lo mejor, estás resolviendo problemas." 

Cowens nunca se sintió intimidado al enfrentarse a titanes mucho más grandes como Wilt Chamberlain, Kareem Abdul-Jabbar, o Bob Lanier... "Los medios de comunicación siempre destacaron el hecho de que yo medía 2,06", dijo Cowens. "Realmente no pensé que mi tamaño fuera una desventaja. Es más, pude utilizar mis recursos y habilidades sobre chicos que eran más altos y más grandes que yo".


Otro ex compañero de equipo, Jo Jo White, dijo: "Lo bueno de David era que siempre estaba listo para la acción cuando llegaba el momento de jugar. Él trajo una intensidad que era diferente a cualquier otro jugador con el que he jugado, y eso se reflejó en sus compañeros. Los chicos jugaban a otro nivel cuando estaban con él. Estaría en el suelo, buceando por bolas sueltas. Ese fue Dave".
 
Tom Heinsohn, quien entrenó a los campeones de 1974 y 76, dijo: "El rasgo más destacado de Dave fue su deseo. Cuando puso su mente en algo, el 100% de él iba con esa idea. Podía ser un jugador feroz. Era una persona muy competitiva".

"Pensé que era un hombre salvaje", dijo su ex compañero Paul Silas sobre Cowens. "Nunca había visto a nadie con tanto talento jugar tan agresivamente". "Dave quería ser el mejor jugador que podía ser, pero quería ganar". "Dave se aseguraba de que todo el mundo estaba practicando el camino correcto, corriendo y jugando duro."

Cowens comparte esa mentalidad con sus compañeros: "Encuentre algo que realmente le guste hacer, luego haga lo que dice que va a hacer y cada día vendrá y trabajará más duro que cualquier otra persona. Esas son cualidades que tienes que tener si alguna vez esperas tener éxito."

"Dirigí a través de mi ejemplo en la cancha; realmente no dije demasiado", dijo Cowens. "Tu juegas más y más duro que nadie, y empujas el conjunto de esa manera. Por ejemplo, muestra a las personas que pueden hacer más de lo que piensan que pueden hacer. Cualquiera puede decir vamos a hacer esto, vamos a hacer eso. Pero hay que demostrarlo, ahí es donde creo que el liderazgo real entra en juego".

"Dave era un tipo duro y físico, sabía usar su cuerpo y disputaba cada uno de los rebotes", dijo Silas. "Fue muy duro. Esa fue la razón por la que pudo jugar al pívot con 2,06".

Dave Cowens: "Para ser un líder, tienes que tener un fuerte sentido de confianza en tí mismo y estar dispuesto a hacer lo que sea necesario para ganar, y hacer ver a tus compañeros que son capaces de producir. La gente va a seguir ese modelo porque esto es lo que has mostrado. Has dirigido con el ejemplo."

"Nunca pensé en mí como una superestrella", dijo un modesto Cowens en vísperas de su participación en el Salón de la Fama. "Yo represento a la clase obrera de la NBA. Me siento honrado de estar aquí, porque podría nombrar a muchos chicos que eran mejores que Dave Cowens, tuve suerte de jugar con las personas adecuadas y ser elegido por el equipo adecuado".


 



domingo, 27 de noviembre de 2016

Top 20: Los mejores pívots en la historia de la NBA (Dominio: Superman)

Empezaremos diciendo que esta serie de artículos bajo el nombre de "Dominio", está hecha pensando en los "hombres grandes" que realmente dominaron la competición en su época. Son muchos los pívots de calidad que han pasado por la liga (en artículos posteriores hablaremos de ellos), pero realmente considero que éstos siete (Mikan, Russell, Chamberlain, Jabbar, Malone, Olajuwon y O'Neal) son los mejores de la historia en su posición.

Y ahora si, vamos con el protagonista de hoy...

Shaquille Rashaun O'Neal nació en Nueva Jersey en 1972. Fue criado por su padrastro, un sargento del ejército llamado Phillip Harrison. Cuando éste estuvo destinado en Europa, el entrenador de la Universidad Estatal de Louisiana, Dale Brown, conoció al joven O'Neal e, impresionado por el tamaño del chico, le propuso una beca para estudiar en su universidad cuando regresase a Estados Unidos. En Louisiana State jugó desde 1990 hasta 1992, abandonando la universidad con promedios de 21.6 puntos, 13.5 rebotes y 4.6 tapones en los 90 partidos que disputó. En su periplo en los Tigers de Louisiana State, O'Neal fue nombrado en dos ocasiones All-American y Jugador del Año de la Southeastern Conference, y ganó el Premio Adolph Rupp al mejor jugador del año de la NCAA en 1991.

En 1992 su nombre se barajó para formar parte del Dream Team que representaría a EEUU en los JJOO de Barcelona, pero finalmente esa plaza fue para la estrella de Duke, Christian Laettner.

O'Neal fue seleccionado en la primera posición del Draft de la NBA de 1992 por Orlando Magic. Completó una extraordinaria primera temporada en la liga, ayudando a los Magic a ganar 20 partidos más que el año anterior. Sus promedios fueron de 23.4 puntos y 13.9 rebotes por partido, consiguiendo fácilmente el Rookie del Año. También participó en su primer All Star Game. En dos ocasiones durante la temporada, ante Phoenix Suns y New Jersey Nets, O'Neal realizó un mate con tanta fuerza que rompió los soportes del tablero.

La segunda temporada de Shaq fue incluso mejor que la primera. Junto con su nuevo compañero Anfernee "Penny" Hardaway, O'Neal promedió 29.3 puntos y lideró la NBA en dobles-dobles y porcentaje de tiros de campo con un 60 %. Jugó por segundo año consecutivo el All-Star y el 20 de noviembre de 1993 firmó su primer triple-doble, ante los Nets, con 24 puntos, 28 rebotes (récord personal) y 15 tapones. Aquella temporada fue la primera en la que los Magic accedieron a playoffs, cayendo eliminados en primera ronda ante Indiana Pacers por 3-0.

Durante el verano de 1994, O'Neal fue seleccionado para disputar el Mundial de Baloncesto de Canadá, logrando el oro y el MVP de la competición.

En su tercera temporada en los Magic, O'Neal lideró la NBA en anotación con 29.3 puntos por noche. Orlando ganó 57 partidos y se coronó campeón de la División Atlántico. En playoffs, derrotaron a Boston Celtics, Chicago Bulls y a Indiana Pacers en las Finales de Conferencia. Los Magic se clasificaron así para las primeras Finales de la NBA de su historia. Sin embargo fueron barridos por Houston Rockets, campeones de la NBA por segundo año consecutivo. O'Neal fue elegido en el segundo mejor quinteto de la temporada y finalizó segundo en la votación por el MVP.

En la temporada 1995-96, Orlando ganó 60 partidos en la liga regular, pero fue eliminado en las Finales de Conferencia por Chicago Bulls, a la postre campeones de la NBA. Al finalizar la campaña y convertido en agente libre, O'Neal contempló la posibilidad de dejar el equipo.

Ese mismo año formó parte de la selección estadounidense que ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atlanta.

Para la temporada 96-97, O'Neal decide firmar con Los Ángeles Lakers. Pero a pesar de sus esfuerzos, el equipo cae derrotado en playoffs por los Utah Jazz esa temporada y la siguiente.

En 1998 llega al equipo un joven procedente del instituto llamado Kobe Bryant, pero vuelven a caer derrotados en playoffs, esta vez ante los futuros campeones San Antonio Spurs.

En 1999, los Lakers ficharon como entrenador a Phil Jackson, campeón en seis ocasiones con los Bulls, por lo que la suerte del equipo cambió de manera radical. Utilizando el triángulo ofensivo, O'Neal y Bryant lideraron al equipo a tres títulos consecutivos (2000, 2001 y 2002) y con O'Neal como MVP de las Finales en todas ellas.

La temporada 1999-00 fue la más exitosa de O'Neal. Fue nombrado MVP de la temporada, MVP del All Star y MVP de las Finales. En el apartado estadístico, fue el máximo anotador de la temporada regular con 29.7 puntos, finalizó segundo en rebotes y tercero en tapones. Los Lakers ganaron 67 partidos en temporada regular y se alzaron con su primer campeonato de la NBA tras derrotar en las Finales de 2000 a Indiana Pacers en seis partidos.

En la siguiente temporada, los Lakers demostraron estar un escalón por encima del resto al ganar el anillo de campeón cediendo tan solo un partido en playoffs. Tanto Portland Trail Blazers (3-0), como Sacramento Kings y San Antonio Spurs (4-0 ambos) fueron barridos por los californianos, que llegaron a las Finales de 2001 invictos en postemporada. Los 76ers de Iverson fue el único equipo que consiguió batirlos, venciendo en el primer encuentro de la serie final pero cayendo en los cuatro siguientes.

Al año siguiente, el camino hacia el título no fue tan sencillo. Los Lakers se enfrentaron a los Kings en las Finales de Conferencia, y de no ser por un triple sobre la bocina de Robert Horry en el cuarto partido, los Lakers hubieran caído eliminados. Las Finales ante los New Jersey Nets de Jason Kidd fueron otra historia; 4-0 para los Lakers y three-peat.

Tras el fracaso en los playoffs de 2003, los Lakers se reforzaron con los veteranos Karl Malone y Gary Payton. Consiguieron disputar las Finales de 2004, pero cayeron ante los Detroit Pistons (4-1). Para ese entonces eran públicas las disputas entre las dos estrellas del equipo, Kobe Bryant y Shaquille O,Neal, lo que unido a la salida del entrenador Phil Jackson, hizo que O'Neal solicitase el traspaso.

Miami Heat fue su destino. Con O'Neal a bordo, los Heat lograron el mejor récord de la Conferencia Este con 59 victorias y 23 derrotas. O'Neal promedió 22.9 puntos y 10.2 rebotes por partido, siendo elegido por 12º año consecutivo para jugar el All-Star Game; formó también parte del mejor quinteto de la liga. Pero perdieron en el séptimo partido de la final de conferencia ante los Detroit Pistons.

El 11 de abril de 2006 logró el segundo triple-doble en su carrera, con 15 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias (récord en su carrera) ante Toronto Raptors. O'Neal finalizó la liga como líder en porcentaje de tiros de campo, convirtiéndose junto a Wilt Chamberlain en el único jugador capaz de liderarla en nueve ocasiones.

En los playoffs de 2006 los Heat no mostraron demasiados problemas en eliminar a Chicago Bulls (4-2 y con Shaq firmando 30 puntos y 20 rebotes en el sexto encuentro) y New Jersey Nets (4-1) antes de enfrentarse a los Pistons en las Finales de Conferencia. En esta ocasión vengaron la derrota del año anterior y eliminaron a los actuales campeones de conferencia por 4-2, logrando así los Heat disputar las primeras Finales de la NBA en su historia. En ellas ganaron a Dallas Mavericks tras empezar perdiendo la serie por 2-0. Miami venció cuatro partidos consecutivos y se alzó con el anillo de campeón. Éste se convertía en el cuarto campeonato de O'Neal y en sus sextas Finales.
 
Los dos años siguientes las prestaciones de O'Neal bajaron y así, el 6 de febrero de 2008 fue traspasado a Phoenix Suns. En febrero del 2009 se convirtió en MVP del All-Star Game junto a Kobe Bryant, donde firmó 17 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias.

Para la temporada 2009-10, Shaquille es traspasado a Cleveland Cavaliers. En Cleveland, el pívot desempeñó un rol mucho menos significativo que en años anteriores, con una presencia menor en el poste y el promedio de registros más bajos de su carrera en la mayoría de estadísticas.

En la temporada 2010-11 ficha por Boston Celtics, pero aquejado de lesiones, su presencia es testimonial y al término de la misma anuncia su retirada.

Shaquille O'Neal, con sus 2,16 de estatura y 147 kg de peso, se convirtió en la fuerza más dominante y con mayor presencia física de la NBA. Dejó la competición con unos promedios de 23,7 puntos, 10,9 rebotes, 2,3 tapones y 2,5 asistencias.

Su movimiento más característico era el "Drop step" (el propio O'Neal lo definió como "Tornado Negro"), donde tras recibir el balón, giraba sobre sí mismo para hacer un mate. Esto contribuyó a ser el segundo jugador con mayor porcentaje de aciertos en tiros de campo, detrás de Wilt Chamberlain. Pero, al igual que este último, su talón de Aquiles fueron los tiros libres. A lo largo de su carrera promedió un escaso 52,7% de acierto.

Sus logros: Rookie del Año y quinteto ideal de rookies (1993), cuatro veces campeón de la NBA (2000, 01, 02, 06), tres veces MVP de las finales (2000, 01, 02), MVP de la liga en el año 2000, ocho veces elegido para el equipo ideal de la NBA, dos veces máximo anotador (1995 y 2000), diez veces mejor porcentaje en tiros de campo (1994, 1998, 1999, 2000, 2001, 2002, 2004, 2005, 2006, 2009), quince veces All Star (MVP en 2000, 04, 09), medalla de oro con el equipo USA en los mundiales de Canadá'94 y Juegos Olímpicos de Atlanta'96.

Como bien dijo en una ocasión: “Soy el último en la línea sucesoria de los Russells y los Chamberlains. Soy LCL, last center Left (el último pívot que queda)”


martes, 22 de noviembre de 2016

Top 20: Los mejores pívots en la historia de la NBA (Dominio: The Dream)

Hace 53 años nacía en Lagos, Nigeria, un niño llamado a tocar la gloria con sus grandes manos y a escribir una página de leyenda en la NBA. Nadie podía pensar siquiera que en la capital africana se estaba criando uno de los mayores talentos que haya visto este deporte.

Al joven Akeem (como se llamaba entonces) le gustaba ser portero de fútbol, pero todo cambió a los 15 años, cuando un familiar le convenció para participar en un torneo local de un deporte llamado baloncesto. Olajuwon, que significa 'siempre en la cima', empezó a hacerse un nombre en Lagos y en Nigeria, coincidiendo además con una gran hornada de ojeadores estadounidenses explorando el continente africano en busca de nuevos talentos.

Fue así como el nombre de Akeem llegó a oídos de Guy Lewis, entrenador de la Universidad de Houston, quien le propuso visitar las instalaciones del campus y hacer una prueba con el equipo de baloncesto... y es aquí cuando comienza la leyenda.

Con Olajuwon en el equipo, los Cougars hacen un juego espectacular basado sobretodo en los contraataques y los mates, esto hace que sean conocidos como la hermandad "Phi Slamma Jamma". En sus tres años en la universidad consigue llegar a tres Final Four. En 1982 pierden en semifinales contra la futura campeona North Carolina, de James Worthy y Michael Jordan. En 1983 llegan a la final, pero contra todo pronóstico pierden contra la cenicienta North Carolina State, con un tiro en el último segundo. En 1984 tienen otra oportunidad de hacerse con el título, pero esta vez son los Hoyas de Georgetown, liderados por Pat Ewing, los que ganan el campeonato. Olajuwon termina ese año con unas estadísticas de 16,8 puntos, 13,5 rebotes (líder de la competición), 5,6 tapones y 67,5% de acierto en tiros de campo.

Ese mismo verano, Olajuwon es elegido nº1 del draft de la NBA por los Houston Rockets, quienes no tardaron en sacar rédito de su novato. Olajuwon pronto empezó a dar muestras de lo que era capaz y sólo un tal Michael Jordan fue capaz de arrebatarle el trofeo de Novato del Año. Promedia 20,6 puntos; 11,9 rebotes y 2,7 tapones por partido. Pero más allá de las frías estadísticas, estaba la sensación de estar ante un jugador totalmente diferente, capaz de dominar el juego desde sus 213 centímetros, pero con la agilidad de un escolta. Con un repertorio de movimientos nunca visto en un pivot (entre los que destacaba el famoso 'Dream Shake'), Akeem se presentaba como la estrella del futuro.

En los Rockets, además, coincidiría con Ralph Sampson, otro talentoso pívot joven con el que formaría las famosas 'Torres Gemelas' de Houston. Juntos llevaron a los Rockets a las finales de 1986, después de deshacerse de los actuales campeones y favoritos, Los Angeles Lakers, en la final de conferencia. Fue como un sueño. Los Rockets se encontraron un camino más sencillo de lo esperado y se apuntaron la serie con un contundente 4-1 gracias a un Olajuwon sencillamente imparable. "Lo hemos intentado todo. Hasta poner cuatro jugadores a defenderle. Y nada ha valido", reconocía un impotente Pat Riley tras la derrota.

En la final se enfrentarían a uno de los mejores equipos de la historia. Los Celtics de Bird, Parish y McHale. Olajuwon volvía a acariciar la gloria con la yema de sus dedos. Sin embargo, una vez más, ésta le dio la espalda en el último suspiro. Los 'orgullosos verdes' se impondrían con cierta claridad (4-2).

En 1987, las Torres Gemelas pasaron a mejor vida, un lesionado Sampson era traspasado mientras Olajuwon no dejaba de producir. Comenzaba una dura travesía por el desierto que duraría cinco temporadas. Cinco campañas en las que Olajuwon engordaría su palmares personal y su leyenda, pero que una y otra vez le dejaba el sinsabor de la derrota. El nigeriano se convertía en uno de los iconos de la liga gracias a su enorme calidad y a sus inmejorables números. Olajuwon lideró a los Rockets en 13 categorías estadísticas, incluyendo puntuación, rebotes, robos y tapones. Comenzó una serie de selecciones para el primer equipo All-NBA (1987 a 1989) y el primer equipo defensivo (1987, 88 y 90), y fue el center de partida de la Conferencia Oeste All-Stars cuatro años seguidos (1987-90). 

Olajuwon regularmente estaba colocado entre los líderes de la liga en puntuación, rebotes, tapones y robos. Ganó el título de máximo reboteador en 1989 y 1990, con un promedio de 13.5 y 14.0 rebotes, respectivamente. Y en 1989 se convirtió en el primer jugador en terminar entre los 10 primeros en anotar, rebotear, robar y taponar por dos temporadas consecutivas. Ese mismo año, contra los Milwaukee Bucks, Olajuwon tuvo una actuación de 18 puntos, 16 rebotes, 11 tapones y 10 asistencias, registrando un cuádruple doble. También dominó la NBA en tapones en 1989-90 con 4,59 por partido y en 1990-91 con 3,95 de promedio.

Pero su momento culminante llegó en la temporada 1993-94. Hakeem (ya se había cambiado el nombre en 1991) llevó a su equipo nuevamente a una final 8 años despúes. En esta ocasión sus rivales eran los New York Knicks de Patrick Ewing. Olajuwon estuvo brillante aportando 29,1 puntos, 9,1 rebotes y 3,8 tapones por partido, y esta vez si, el título cayó de su lado. Se da la circunstancia de que el nigeriano era el único All Star de los Rockets, lo que da más mérito a su actuación y al campeonato conseguido (el primero de la franquicia). Esa misma temporada, el pívot se convirtió en el primer jugador de la historia en ganar el MVP de la temporada, MVP de las Finales y Mejor Defensor en un año inmaculado.

La temporada siguiente (1994-95) empezó con los Rockets acusando la presión, pero poco a poco fueron remontando el vuelo. Sobre todo con la llegada del antiguo compañero de Olajuwon en la universidad, Clyde Drexler. En la final de conferencia, les esperaban los San Antonio Spurs del MVP David Robinson, que habían tenido el mejor récord de la liga, pero Olajuwon se encargó de demostrar quien era el mejor y acabó la serie con unos promedios de 35,3 puntos. Lógicamente, los Rockets avanzaron a la final. "Defender a Hakeem?, no se puede defender a Hakeem", acertó a decir un cariacontecido David Robinson al acabar la eliminatoria.

En la final de la NBA, Houston se enfrentó a los Orlando Magic del joven centro de la liga, Shaquille O'Neal. Los dos hombres grandes tuvieron números similares, mientras que Olajuwon promedió 32.8 puntos, 11.5 rebotes y 5.5 asistencias, O'Neal se fue a los 28.0 puntos, 12.5 rebotes y 6.3 asistencias. Pero la sensación de superioridad de Hakeem fue bestial y los Rockets barrieron la serie por 4-0, convirtiendo a Houston en la quinta franquicia de la NBA en ganar títulos consecutivos. Por su espectacular juego, Olajuwon fue galardonado con su segundo premio consecutivo de MVP de la Final de la NBA.

Shaquille dijo años después: “El rival más duro que he tenido fue Hakeem Olajuwon. Sin duda. Hacía todas esas cosas… no podías imponerte a él. Con todos los demás rivales a los que me he enfrentado podía ser físico con ellos o decir algunas chorradas en los periódicos para desconcentrarles. Siempre funcionaba. Menos con Hakeem”.

En la temporada 96-97, con la adquisición de Charles Barkley, estuvieron cerca de jugar una nueva final, pero los Jazz de Utah se lo impidieron venciéndoles en la Final de Conferencia. Fue la última vez que Olajuwon estuvo cerca de competir por algo.

En 2001 abandona su equipo de toda la vida y juega un último año con Toronto Raptors. En 2002 Hakeem Olajuwon se retira dejando un palmarés impresionante: Dos veces campeón de la NBA, dos veces MVP de las finales, una vez MVP de la temporada, dos veces jugador defensivo del año, seis veces incluido en el primer equipo de la NBA, cinco veces en el primer equipo defensivo, doce veces All Star, medalla de oro en los JJOO de Atlanta'96, tres veces máximo taponador de la liga, dos veces máximo reboteador, e integrante del equipo ideal de rookies el año de su debút. Dieciocho años de carrera con unas medias de 21,8 puntos, 11,1 rebotes, 3,1 tapones, 2,5 asistencias y 1,7 balones robados por partido.

Con él se iban la elegancia y la clase en una cancha de NBA. Una hoja de servicios inmaculada y un legado de movimientos ofensivos difíciles de igualar. Aunque no decía adiós completamente al baloncesto. De hecho, su leyenda no ha hecho más que agrandarse en los últimos años y muchos jóvenes pívots actuales acuden a él (a razón de 10.000 dólares) para aprender del mejor juego de pies de la historia. Un gigante vestido de frac que tiene su lugar con los más grandes.

Michael Jordan dijo de él: “si tuviera que escoger a un pívot para el mejor equipo de todos los tiempos, me quedaría con Olajuwon. Eso deja fuera a Shaq, Patrick Ewing y Wilt Chamberlain. Deja fuera a mucha gente. Y la razón por la que escogería a Olajuwon es muy sencilla: su versatilidad desde su posición. No se trata solo de su habilidad reboteadora o su capacidad para bloquear lanzamientos del contrario. Los aficionados no se daban cuenta que siempre estaba entre los 7 mejores en robos de balón. Siempre tomaba las mejores decisiones en la cancha. Por estas razones y por todas las facetas del juego y de su juego, le escogería como el pívot del mejor equipo de todos los tiempos.”




martes, 15 de noviembre de 2016

Top 20: Los mejores pívots en la historia de la NBA (Dominio: El Jefe de los Tableros)

Moses Malone era un hombre de pocas palabras, sobre todo para la prensa. Dicen que era su forma de defenderse. A veces ni siquiera se entendían las pocas que mascullaba, pero las de aquella tarde son historia. Entre finales de los setenta y principios de los ochenta, los Philadelphia 76ers se construyeron minuciosamente una fama de perdedores, un quiero y no puedo sostenido en tres razones: las tres Finales que perdieron en 1977, 1980 y 1982. La agresividad y la convicción que les faltaba la encontraron en Malone. Cuando le pidieron un pronóstico para los playoffs de 1983 sólo farfulló tres monosílabos: "Fo', fo', fo'".

Era el equivalente de "cuatro, cuatro, cuatro" en ese inglés mal pronunciado entre dientes. Su forma de pronosticar que los Sixers ganarían el anillo finiquitando las tres eliminatorias por la vía rápida. Es el tipo de seguridad que da ser el primer jugador de la historia en dar el salto desde el instituto a los profesionales y haberlo hecho con tanto éxito. Moses Malone rechazó una beca de la Universidad de Maryland para jugar con los Utah Stars de la ABA, la hermana pequeña y estrambótica de la NBA. Los rivales veían en ese pívot de 19 años un objetivo fácil y encontraron una roca. En sus dos años en la liga, terminó con unos promedios de 17.2 puntos y 12.9 rebotes por encuentro.

 "Ven que es joven y tratan de intimidarle. Codazos, rodillazos, agarrones, empujones... el pack completo. Pero el chaval no retrocede ni un milímetro", decía Bucky Buckwalter, su entrenador en los Stars. Y jamás retrocedió. Malone encontraba orgullo en la pelea, en el pulso subterráneo que precede a cada rebote o cada canasta dentro de la zona, ese rectángulo de pintura al que le gustaba referirse -y queda todo dicho- como 'potro de tortura'. Saltaba poco, era más pequeño que otros pívots y tenía las manos algo pequeñas, pero fue uno de los mejores reboteadores de la historia.

Jamás un jugador dominó así en la cancha desde el rebote ofensivo. Recogía la 'basura' del aro mejor que nadie (muchas veces sus propios fallos), pero además era un muy buen anotador y especialmente rápido de pies. "Es poderoso y ágil como un inmenso bailarín", decían las crónicas de un jugador al que leyendas como Hakeem Olajuwon o Charles Barkley llamaron 'mentor'. En 1979, con sólo 23 años, ganó su primer MVP con los Houston Rockets, su primer equipo NBA. En 1981 llevó a los suyos a la final, que perdieron, contra los Celtics de Larry Bird. Después de obtener su segundo MVP en 1982, se marchó a cambiar la historia de los Sixers.

Moses Malone llegó como vigente MVP a una franquicia de Philadelphia que en 1982 tenían la plantilla más completa de la NBA. Julius Erving, Maurice Cheeks, Andrew Toney, Bobby Jones... Pero en palabras del propio Erving, un equipo bonito que sólo tenía buena pinta cuando ganaba. Malone puso el fuego. Una única derrota contra los Milwaukee Bucks en la final del Este trastocó su pronóstico, pero no el final. Moses, el pívot con nombre de profeta, llevó a los Sixers hasta la tierra prometida, barriendo a los Lakers en la final, y siendo declarado MVP de las mismas. También esa misma temporada (1982/83), consiguió su tercer título de MVP de la liga regular.

Moses Malone consiguió ser el máximo reboteador de la NBA durante cinco campañas consecutivas. Consiguió esa increíble hazaña desde la temporada 1980/81 a la 1984/85.

Uno de sus increíbles récords es el que le convierte en el único jugador de la liga en haber promediado, al menos, 20 puntos y 10 rebotes en cuatro equipos diferentes (Houston, Philadelphia, Washington y Atlanta).

Otro record que llama la atención dentro de su increíble carrera, es el de ser el jugador que más partidos ha jugado sin ser expulsado por acumulación de faltas. Un total de 1212 partidos sin ser mandado al banquillo por los árbitros.

Moses Malone probablemente sea el mejor reboteador ofensivo de todos los tiempos y uno de los mejores hombres altos de la historia. Se retiró promediando 20,6 puntos y 12,2 rebotes por partido, a lo largo de 21 temporadas. En su currículum deja un título de la NBA, un MVP de las finales, tres MVP de la temporada, seis títulos de máximo reboteador y 12 presencias consecutivas en el All Star.





viernes, 11 de noviembre de 2016

Top 20: Los mejores pívots en la historia de la NBA (Dominio: El Gancho del Cielo)

Kareem Abdul-Jabbar (nacido Ferdinand Lewis Alcindor, Jr.) vino al mundo el 16 de abril de 1947. 
 
Tras dominar el baloncesto escolar de Nueva York en el ahora difunto Power Memorial, con el que consiguió 3 campeonatos consecutivos, 71 victorias seguidas y una marca global de 96-6, anotando 2.067 puntos y capturando 2.002 rebotes (ambos records del estado de Nueva York) se enroló en UCLA, donde jugó para los Bruins de John Wooden.
 
Alcindor simplemente dominó todos los rankings escolares. Tras pasar en blanco su primera temporada debido a que las reglas de la NCAA impedían a un jugador de primer año participar en el equipo universitario, fue nombrado All-American y MVP del Torneo de la NCAA en los años 1967, 68 y 69. Fue el primer ganador del prestigioso Naismith College Player of the Year en 1969, que a partir de ese año distinguió al mejor jugador universitario del año. Con Alcindor tomando el mando de la zona, Wooden y UCLA consiguieron estos tres títulos nacionales. Tal fue su influencia que incluso los mates fueron prohibidos en el baloncesto universitario a partir de 1967.
 
En sus tres temporadas terminó promediando 26,4 puntos y 15,5 rebotes, con un porcentaje de tiro del 64%. Para los críticos y especialistas, es probablemente el mejor jugador universitario de todos los tiempos.

Terminado su periplo universitario, los Harlem Globetrotters le ofrecieron un contrato de un millón de dólares para que se uniese a ellos, pero declinó la oferta y fichó por los Bucks, de la NBA, que lo habían elegido con el número uno del draft de 1969. Con Alcindor a bordo, en la temporada 1969-70, los Bucks se encaramaron a la segunda plaza de la División Este con una marca de 56-26. Alcindor tuvo un impacto estelar inmediato en la liga, terminando segundo entre los anotadores con 28,8 puntos por partido y tercero en rebotes con 14,5. Ese año ganó con comodidad el premio de Rookie del Año. Era el momento de que un nuevo pivot dominase la liga. Bill Russell acababa de abandonar Boston Celtics, y Wilt Chamberlain, aunque aún efectivo, tenía casi 35 años.
Con la adquisición del gran Oscar Robertson en 1970, los Milwaukee Bucks lograron una marca de 66 victorias, incluyendo 20 consecutivas, consiguieron una marca de 12-2 en playoffs y barrieron en las finales a los Baltimore Bullets por 4-0. Lew Alcindor  fue nombrado MVP de dicha final. Esa misma temporada, ganó su primer premio de MVP de la temporada y su primer título de máximo anotador con 31,7 puntos por partido.

Antes de la temporada 1971-72, Alcindor se convirtió del Catolicismo al Islam y adoptó el nombre de Kareem Abdul-Jabbar, que significa "noble y poderoso sirviente”. Ciertamente era un noble y poderoso jugador que disfrutaba de años estelares con Milwaukee. En 1972 repitió como máximo anotador (34,8 puntos) y MVP de la NBA, y los Bucks repitieron como líderes de división por segunda vez en lo que serían cuatro años consecutivos. En 1974, Abdul-Jabbar ganó su tercer premio MVP en su quinto año en la liga. Milwaukee volvió a las finales ese mismo año, pero cayó contra Boston Celtics.
A pesar de su fenomenal éxito en Milwaukee, Abdul-Jabbar era infeliz y pidió que le traspasasen, así que fue enviado a los Lakers en 1975.

En su primera temporada en Los Angeles, Kareem logra un nuevo título de MVP merced a sus 27,7 puntos y 16,9 rebotes por partido.
La siguiente temporada, Kareem guió al equipo al primer puesto de la liga con una marca de 53-29. Abdul-Jabbar (26,2 puntos, 13,3 rebotes, 57,9% de porcentaje de tiro de campo, 261 tapones) fue nombrado MVP de la Temporada por quinta vez en ocho años. Pero los Lakers fueron barridos en las Finales de Conferencia por los que serían campeones, Portland Trail Blazers.

A pesar de los esfuerzos de Abdul-Jabbar, los Lakers terminaron la campaña en mitad de la división en los dos siguientes años, hasta que en 1979 llega al equipo Earvin "Magic" Johnson.
Esa misma temporada, los Lakers se proclaman campeones ante los Philadelphia 76ers. Kareem no puede jugar el sexto partido de la final por una lesión de tobillo, pero Magic lo suple de manera espectacular y el equipo de Los Angeles se hace con el primer título de la era Abdul-Jabbar. Que por cierto, ese año logra su sexto MVP.
 
El 5 de abril de 1984, en un encuentro ante Utah Jazz, y merced (como no) a un skyhook, Abdul Jabbar convierte su punto número 31.420, lo que le permitía superar a Wilt Chamberlain como el máximo anotador de todos los tiempos en la NBA.
Otro momento memorable para Kareem, tuvo lugar en las series finales de 1985 contra Boston. El "viejo" Abdul Jabbar, con 38 años ya, se hizo con el MVP de la final, siendo el más veterano en lograrlo hasta la fecha, al promediar en las cuatro victorias de su equipo, nada menos que  30,2 puntos, 11,3 rebotes, 6,5 asistencias y 2 tapones. 

Kareem consiguió dos títulos más antes de su retirada en 1989, a la edad de 42 años. En 1987 nuevamente ante Boston, y en 1988 ante los Detroit Pistons.
En los 10 años que abarca la década de los 80, los Lakers disputaron 8 finales y salieron vencedores en cinco. 

La retirada de Abdul-Jabbar marca el final de una era en la NBA. Dejó las pistas como el máximo anotador de todos los tiempos, el cual posiblemente nunca sea sobrepasado, con 38.387 puntos (24,6 por partido) y 17.440 rebotes (11,2 por partido), para una carrera que se prolongó durante 20 años y 1.560 partidos.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Top 20: Los mejores pívots en la historia de la NBA (Dominio: El Hombre Récord)

Turno para la fuerza ofensiva más impresionante que el juego haya visto nunca. 

Wilton Norman Chamberlain nació en Filadelfia el  21 de agosto de 1936. En sus primeros años en el colegio destacó como un completo competidor en atletismo, destacando en diferentes pruebas. Una vez enrolado en el instituto Overbrook, se mostró como uno de los jugadores más dominantes en high school de todos los tiempos. Posteriormente, tras dos años en la universidad de Kansas, a la que llevó a la final del campeonato de 1957 (saldada con derrota ante North Carolina, pero con Chamberlain como MVP), decide dar el salto al profesionalismo. Pero como los reglamentos prohibían entonces entrar en la NBA antes de cumplir los cuatro años universitarios, decide enrolarse en los Harlem Globetrotters durante una temporada, a cambio de 50.000$, una suma astronómica para la época.

Chamberlain había aterrizado en la NBA procedente de los Harlem Globetrotters, como si estuviera predestinado a romper todos las marcas habidas y por haber. En su primera temporada en la NBA (1960) fue el máximo anotador de la liga (37,6 puntos y 27 rebotes por partido), el primer jugador de la historia en ser nombrado MVP y «Rookie» del año en la misma temporada y MVP del «All Star Game» (25 puntos y 27 rebotes). Gracias a él, su equipo, Philadelphia Warriors, pasó de ser el peor de su división a poseer el segundo mejor récord de la historia de la liga hasta ese entonces. Sin embargo, fueron eliminados en las Finales de Conferencia por Boston Celtics, algo que se repetiría muchas veces en su carrera.
Desde que los Celtics fueron colocados en la misma división del Este que los Warriors, Chamberlain y sus compañeros no pudieron alcanzar las Finales de la NBA ya que siempre caían derrotados por los "verdes". Aquellos fueron los míticos Celtics que lograron 11 anillos en 13 temporadas liderados por Bill Russell.
 
A pesar de no lograr el campeonato, Chamberlain dominaba el juego como ningún jugador de cualquier deporte ha hecho jamás. Parecía capaz de meter puntos y coger rebotes a voluntad, a pesar de los fuertes (y sucios) esfuerzos de sus contrincantes por evitarlo.

Durante sus primeros siete años en la liga, promedió unos increíbles 39,4 puntos por partido, liderando esta estadística en ese periodo de manera consecutiva. Pero si hay que hablar de puntos, hay una fecha clave que describe perfectamente su potencial. El 2 de marzo de 1962, Wilt Chamberlain estableció un récord que puede permanecer para siempre. En un partido contra los Knicks de Nueva York, anotó la friolera de 100 puntos. Esa misma temporada acaba con una media de 50,4 puntos por partido, realmente inverosímil.

Después del traslado de los Warriors a San Francisco y su posterior traspaso a los Philadelphia 76ers en 1965, Wilt Chamberlain logra al fin su ansiado título de campeón en 1967, eliminando a los Celtics en el playoff y ganando la final a los Warriors de San Francisco (su ex-equipo). Ese equipo de Philadelphia está considerado uno de los mejores de la historia. Esa misma temporada establecieron el récord de victorias en una temporada consiguiendo 68.

En 1968, Wilt Chamberlain es traspasado a Los Angeles Lakers, donde comparte equipo con gente de la talla de Elgin Baylor, Jerry West o Gail Goodrich, y juega sus últimas cinco temporadas. En cuatro de ellas disputa la final, pero sólo consigue el título de 1972 (en la que es declarado MVP), al vencer en la final a los New York Knicks. Esa misma temporada, los Lakers consiguen establecer un récord de 33 victorias consecutivas en liga, así como el de más victorias en una temporada con 69.

Retirado en 1973, Chamberlain pasa un tiempo entrenando en la ABA al equipo de San Diego, para posteriormente dedicarse a mostrar toda su gama de talentos de diferente índole. Voleyball, Polo, tenis, atletismo, cine, publicidad o escritor. Pero tal vez, su andanza más impactante fuera de las canchas, sea que estuvo cerca de medirse a Muhammad Ali en un combate a quince asaltos en 1971. La idea de Chamberlain era sencilla, pelearía con Ali si había implicaciones con el título de los pesos pesados. El combate no llegó a darse porque Ali perdió con Joe Frazier ese mismo año y no pudo optar a defender el citado honor. Pero el plan de Chamberlain era probar sobre el ring con Ali.

Chamberlain fue cuatro veces MVP de la temporada regular y es el jugador que posee más récords históricos de la NBA, con más de 70, muchos de ellos seguidos por registros de él mismo. Es el único en haber anotado 100 puntos en un solo partido de la NBA y en haber promediado 40 o 50 puntos en una temporada. Asimismo, ganó 7 veces el título de máximo anotador de la NBA, 11 títulos de máximo reboteador, incluyendo el de más rebotes en un partido con 55, 9 de porcentaje de tiros de campo e incluso lideró en asistencias una temporada, siendo el único no base en conseguirlo. Chamberlain es el único en la historia de la competición en promediar al menos 30 puntos y 20 rebotes por partido en una temporada, un logro que alcanzó en siete temporadas consecutivas. También es el único jugador en promediar al menos 30 puntos y 20 rebotes por partido durante toda su carrera en la NBA. Una estadística curiosa es que es el único jugador en la historia en conseguir un doble-triple-doble (superar la veintena de puntos, rebotes y asistencias en un partido). En 1968 ante los Pistons, anotó 22 puntos, cogió 25 rebotes y repartió 21 asistencias. Esta hazaña ponía en demostración, una vez más, su versatilidad. Y aunque no está probado, ya que en esa época no se llevaba la estadística de tapones y balones robados, muchos comentaristas deportivos y especialistas de NBA aseguran que Chamberlain habría hecho muchos cuádruples-dobles en su carrera, e incluso pudo haber promediado un triple-doble en alguna campaña (en puntos, rebotes y tapones).
 
Wilt era tan dominante, que obligó a la NBA a cambiar varias reglas para frustrarle, como por ejemplo la creación de una regla basada en la prohibición de palmear el balón en el círculo superior imaginario del aro (llamado "goaltending"). También ensancharon las líneas de la cancha para hacer más lento su progreso y que se fatigara más.
 
El impacto de Chamberlain en el juego queda reflejado en el hecho de que su camiseta número 13 ha sido retirada por cinco equipos diferentes: Golden State Warriors, Philadelphia 76ers, Los Angeles Lakers, Harlem Globetrotters y la Universidad de Kansas.
Incluso con posterioridad, recibió dos ofertas para volver a jugar en la NBA. Una, con 45 años, por parte de los Cleveland Cavaliers, y otra, a la edad de 50, por parte de los New Jersey Nets.

Sirvan éstas palabras de Red Auerbach, el mítico entrenador de los Boston Celtics, para definirlo: "Wilt Chamberlain fue el más increíble espécimen físico que conocí. No existía nada que no pudiera hacer en una cancha de baloncesto. Un año promedió más de 50 puntos, otro año lideró la liga en asistencias. Dios mío, era tan fuerte que provocaba pánico en el resto de los jugadores".
 

lunes, 7 de noviembre de 2016

Top 20: Los mejores pívots en la historia de la NBA (Dominio: El Señor de los Anillos)

Entre los grandes dominadores de la historia de la liga, hay uno que fraguó su dominio a través de la defensa, convirtiendo en su leitmotiv esta característica del juego durante toda su carrera. La más exitosa a nivel colectivo de cuantas hayan existido, por cierto.

Nuestro personaje de hoy, bien podría haber sido el protagonista de la obra literaria de Tolkien, "El Señor de los Anillos". Ese Sauron de carne y hueso dominó con puño de hierro la NBA desde su atalaya, defendiendo su trono con fiereza y crueldad, hasta convertirse en el auténtico señor de los anillos, como demuestran las 11 joyas que engalanan sus 10 dedos, en 13 años de carrera, un hito histórico.

El pequeño gigante nació un 12 de febrero de 1934 en West Monroe, Virginia. Una pequeña localidad en la que el racismo y la segregación marcaban el día a día, y donde un joven Russell comprendió que tenía que pelear por el respeto de aquellos a los que él sí consideraba iguales.
Sin embargo, aquel gigante no destacó en su niñez por mostrar grandes habilidades en un mundo, el de la canasta, que apenas le atraía ni entendía. Todo lo contrario al del atletismo, donde Russell sobresalía corriendo y en los concursos de salto gracias a sus kilométricas piernas.

Fue su entrenador de instituto, George Powles, el que convenció a Russell de que podía convertirse en un jugador importante si desarrollaba sus habilidades defensivas a partir de su extraordinaria envergadura.
Russell no llamó la atención de los ojeadores de las grandes universidades. Bueno, en realidad, tampoco de las pequeñas. Sólo la Universidad de San Francisco se decidió a apostar, impresionados más por su determinación que por su talento.
 
Ya en la universidad, el pívot coincidió con un entrenador fundamental en su carrera, Phil Woolpert, quien no entendía de racismo y sólo de baloncesto. Así, el equipo californiano se convirtió en el primero en alinear tres jugadores afroamericanos en las figuras de Russell, su futuro compañero en los Celtics, K.C. Jones, y Hal Perry. El pívot y sus compañeros sufrieron las iras racistas de los aficionados rivales que cargaban sus iras contra ellos.

En cuanto a su aportación en la cancha, Russell pronto empezó a destacar por su facilidad defensiva. Bill utilizaba su agilidad y su velocidad, adquirida en sus años como atleta, no sólo para defender a su par sino para ayudar a sus compañeros y para desarrollar una extraordinaria coordinación para el salto, lo que le permitió convertirse en una maquina taponadora.

Aquella habilidad defensiva pronto se convirtió en dominio absoluto desde su atalaya de 208 centímetros. Fue en su tercer año cuando aquel dominio se tradujo en resultados y con una temporada casi perfecta condujo a los Dons al campeonato nacional tras promediar más de 20 puntos y 20 rebotes por partido y ser el mejor jugador de la Final Four. Al año siguiente condujo a los Dons a un nuevo título nacional antes de dar el salto a la NBA.
En 1956 Russell se declaraba elegible en el draft y a pesar de que su cartel era inmejorable, no se llevó el número 1, correspondiente a los Rochester Royals, que recayó en Sihugo Green. El número 2 si parecía cantado para el pívot de la Universidad de San Francisco y la elección correspondía a los St. Louis Hawks. Sin embargo, Red Auerbach, técnico de los Celtics, estaba dispuesto a todo con tal de hacerse con los servicios de Russell y no dudó en traspasar a Ed Macaulay, hasta entonces pívot titular de Boston y seis veces "all-star", y a Cliff Hagan para hacerse con los servicios del especialista defensivo. Con este movimiento los Hawks lograban hacer un equipo campeón a corto plazo. Los Celtics construyeron una dinastía.

Russell llegaba a Boston junto a su compañero K.C. Jones (aunque este aún tardó dos años en poder jugar). Ambos aterrizaban en un equipo eminentemente ofensivo al ritmo que marcaban Bob Cousy y Bill Sharman. Sin embargo, faltaba el contrapunto defensivo que diera el equilibrio necesario para hacer un equipo campeón. De ahí la obsesión de Auerbach por hacerse con un pívot que aumentó su leyenda y su caché al conquistar ese mismo verano la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Melbourne de 1956.

Su aventura olímpica le llevó a incorporarse a la disciplina verde con retraso, pero su impacto fue inmediato. Los Celtics habían encontrado la pieza necesaria para convertir a un aspirante en candidato real. Y no pasó demasiado tiempo hasta que lo demostró. Así, en su primera temporada y tras promediar 14,7 puntos y 17,9 rebotes se quedó a las puertas del trofeo al Rookie del Año, que fue a parar a su compañero Tom Heinsohn, y condujo a los Celtics a la primera final de su historia. Enfrente, los Hawks de Pettit que le habían escogido. Y tras un toma y daca la serie llegó a un séptimo partido que se decidió tras dos prórrogas (125-123) a favor de unos Celtics que comenzaban a forjar su leyenda sobre los anchos hombros de su gigante de ébano.

Los Celtics consiguieron diez títulos más con Russell en pista, ocho de ellos de manera consecutiva, con especial mención al último, logrado en 1969. Russell, en su labor de jugador-entrenador (cargo al que había llegado tras la retirada de Red Auerbach en 1966, convirtiéndose en el primer entrenador afroamericano de la liga) y con las peores medias de su carrera, tiró de orgullo y, a pesar de quedar cuartos en su conferencia, consiguió llevar a sus chicos a las finales, donde les esperaban Los Angeles Lakers de Jerry West, Elgin Baylor y Wilt Chamberlain. Tras igualdad en los seis primeros encuentros, el último se tenía que disputar en pista de los californianos, y su dueño Jack Kent Cooke, anticipándose a los acontecimientos y creyendo que su equipo ganaría sin problemas ese séptimo partido, mandó colocar un montón de globos en una red en el techo del pabellón, para soltarlos en una supuesta celebración de los suyos. Russell, al ver lo que tenían montado, motivó a sus jugadores lo suficiente para hacer que esos globos se quedasen donde estaban y conseguir un nuevo campeonato.
Sin embargo, no todo fue fiesta para los Celtics. Boston se preparaba para recibir a sus héroes, pero no todos cogieron el avión de vuelta. Russell no regresó a Massachusetts porque creía que no debía nada a los aficionados de los Celtics y de manera abrupta puso fin a su etapa de jugador, dejando a los 'verdes' sin entrenador ni pívot titular de una tacada.

Aparte de sus logros colectivos, a nivel individual, Bill Russell también consiguió el premio de MVP de la temporada en cinco ocasiones, así como el MVP del All Star de 1963, al que acudió en un total de 12 ocasiones. Se retiró con unas medias de 22,5 rebotes y 15,1 puntos a lo largo de su carrera.

viernes, 4 de noviembre de 2016

Top 20: Los mejores pívots en la historia de la NBA (Dominio: El Pionero)

Consideramos como jugadores dominantes a aquellos que son capaces de condicionar un campeonato y que, por sí solos, convierten a su equipo en campeón. En la historia de la NBA se pueden contar con los dedos de una mano los jugadores que hayan llegado a ejercer un dominio de este tipo. Iniciaremos la serie de los grandes 'abusones' de la competición con el primero de ellos, George Mikan, cuyo dominio en los 40 y 50 provocó la regla de los 3 segundos y el tapón ilegal.

George Lawrence Mikan Jr. nació en Joliet, Illinois, el 18 de junio de 1924, en el seno de una familia de origen croata. De niño, tuvo una gravísima lesión de rodilla que lo tuvo postrado durante un año y medio, pese a lo cual, pudo reponerse. En principio estaba destinado a ser sacerdote y de hecho, en su etapa en el instituto no practicó ningún deporte. Era miope (nunca dejó de llevar gafas) y desgarbado.

En 1942 ingresó en la Universidad de DePaul, en Chicago, donde conoció a Ray Mayer, el joven entrenador del equipo de baloncesto de la universidad. Mayer consideró que la estatura de Mikan (2,08 metros) tenía un potencial muy grande para el baloncesto. Mayer sacó de Mikan una persona más agresiva, más decidida y con unos fundamentos técnicos que le harían dominar el deporte. Sobre todo, gracias al gancho, que ejecutaba con ambas manos.
Su estatura, muy por encima de la media, le permitía ser infranqueable en defensa. Tened en cuenta que entonces no existía la regla del balón ascendente, es decir, que un lanzamiento se podía taponar incluso cuando la pelota ya había iniciado la trayectoria descendente. Fue debido a George Mikan por lo que se creó esa regla.
Tras ganar dos veces el título de mejor jugador de la NCAA, en 1946 se hizo profesional en una competición que ya no existe, la NBL, y en un equipo llamado Chicago American Gears. Fue el jugador más decisivo del equipo, que ganó el título. Al año siguiente, el equipo se extinguió y los jugadores se repartieron en el resto de equipos. George Mikan recaló en los Minneapolis Lakers, el germen de los actuales Los Angeles Lakers. En su primer año promedió 21.3 en la liga regular y 27.5 en las finales, que ganaron los Lakers. La temporada siguiente, los Lakers cambiaron de liga y se fueron a la BAA. De nuevo los Lakers lograron el título. Mikan promedió 28.3 puntos en la liga regular y 30.3 en las finales.

En la temporada 49/50, la NBL y la BAA se fusionaron, dando lugar a la NBA. La historia se repitió: Lakers campeones, con Mikan promediando 27.4 y 31.3 puntos en temporada regular y en las finales, respectivamente. En la 50/51, los Lakers no pudieron revalidar su título, ya que Mikan se lesionó. Esa temporada se dio una circunstancia curiosa. En un partido ante los Fort Wayne Pistons, habiéndose puesto los de Indiana por delante en el marcador, la táctica del equipo que luego se trasladaría a Detroit, consistió en pasarse la pelota, sin atacar, con el único objetivo de que Mikan no tuviera el balón. Por aquel entonces, no había reloj de posesión, por lo que un ataque podía durar tanto como un equipo pudiera mantenerlo. Fue por ello por lo que se empezaron a regular las posesiones. Otra norma que cambió por Mikan se puso en marcha en la 51/52: se amplió la zona de 3 segundos de 1,8 a 3,6 metros, lo que obligaba a los hombres altos como él a estar más alejados del aro. La ‘Norma Mikan’ (que así se llamó), fue propuesta, por cierto, por el entrenador de los New York Knicks, con el objetivo de minimizar el impacto de nuestro protagonista. Esta norma hizo bajar los porcentajes de Mikan, pero no evitó que ganaran el título, precisamente ante los Knicks. En 1953, de nuevo los Lakers, liderados por su jugador estrella, ganaron las finales a los Knicks. Y en el 54, lo volvieron a hacer derrotando a los Syracuse Nationals. Al acabar ese año, Mikan anunció su retirada. Un año después volvió, pero la temporada de inactividad le dejó tocado y en 1956 se retiró de manera definitiva.

Acabó su carrera con 23.1 puntos y 13.4 rebotes por partido, siendo elegido como miembro del Salón de la Fama y por Associated Press como mejor jugador de la primera mitad del siglo XX.

Tras dejar el baloncesto, se metió en política e inició una carrera como abogado, asuntos que le fueron muy mal. Intentó arreglarlo como entrenador de los Lakers, pero la experiencia tampoco fue nada positiva. Regresó a la abogacía hasta que en 1967 se convirtió en comisionado de la ABA, la liga que nació como competencia de la NBA. Fue él quien inventó el triple y el balón tricolor (azul, rojo y blanco) para hacer más atractiva su competición. Tras dejar este cargo, se convirtió en uno de los artífices de que Minnesota volviera a tener un equipo de baloncesto (tras el traslado de los Lakers a Los Ángeles). Sus esfuerzos se vieron recompensados mucho después, en 1989, con el nacimiento de los Minnesota Timberwolves.

Enfermo de diabetes, sus últimos años los vivió pleiteando con la NBA por una pensión mayor, si bien el 1 de junio de 2005, tras haber perdido una pierna por su enfermedad, George Mikan falleció en Scottsdale, Alabama. Hoy, una estatua en Minneapolis recuerda al que se considera como el padre del baloncesto tal y como lo conocemos ahora.

Top 20 NBA (Bases): "Stock"

John Stockton estaba considerado el prototipo perfecto de base, era rápido, infatigable y con una visión de juego increíble. Como asistente...